Japón Japón crece, pero eso no despeja las dudas sobre su economía. En el primer trimestre del año, el país creció al 0,4%, muy por encima de las previsiones de los analistas. Sin embargo, eso no hace a los expertos estar seguros de que el país no volverá a decrecer en el segundo trimestre del […]
Dirigentes Digital
| 20 may 2016
Japón
Japón crece, pero eso no despeja las dudas sobre su economía. En el primer trimestre del año, el país creció al 0,4%, muy por encima de las previsiones de los analistas. Sin embargo, eso no hace a los expertos estar seguros de que el país no volverá a decrecer en el segundo trimestre del año.
El "Abenomics" no parece funcionar tan bien como esperaba Shinzo Abe. El último avance en uno de sus objetivos, subir el salario mínimo un 3%, llegó el pasado mes de febrero, cuando el salario medio creció por primera vez en cuatro meses, pero solo un 0,4%. Tampoco parece que vaya a prosperar la subida del IVA que Abe preparaba para abril de 2017 y que ya había pospuesto una vez.
El FMI ha rebajado sus previsiones para la economía en su informe de primavera y espera que el país crezca al 0,5% este año, medio punto menos de lo esperado en enero, y que en 2017 se contraiga un 0,1%.
China
El año pasado, China creció al 6,9%, su mayor frenazo desde 2009, y las previsiones apuntan a que continuará bajando su ritmo de crecimiento en 2016. El sector servicios continúa incrementando su peso en proporción al PIB mientras va decayendo su dependencia de la industria y las manufacturas, encaminándose hacia un nuevo modelo productivo.
Tal y como explica DIRIGENTES en su especial 30 Aniversario, China tiene aún dos reformas económicas pendientes. Por un lado, la reforma del sistema financiero para liberalizar las transacciones del capital y permitir el cambio sin restricciones del yuan. Por otro, una reforma del sector estatal que debe terminar con la situación privilegiada de los monopolios públicos introduciendo más competencia.
Estas reformas deberán ir enfocadas a que la desaceleración del PIB suponga el reflejo de un cambio hacia un nuevo modelo económico donde haya más empresas invirtiendo menos, pero mejor. Ello posibilitará precios competitivos, más producción, bienestar y una mayor competencia salarial, lo necesario para apuntalar el consumo y cambiar el modelo económico.
India
La tercera economía asiática, India, espera crecer un 7,5% este año. La confianza empresarial y la del consumidor parecen respaldar este optimismo, al tiempo que las cuentas exteriores se mantienen prácticamente en equilibrio. La inflación india se mantiene por debajo del objetivo del 6% gracias a los bajos precios del petróleo y sus exportaciones, al no depender excesivamente de la economía china, no se han visto afectadas por la caída de la demanda.
La rupia se mantiene débil, pero estable, algo que está resultando atractivo para que muchas empresas estén invirtiendo en el país para exportar. El primer ministro indio, Narendra Modi, quiere situar a India como un centro de producción mundial, para lo que creó el programa "Make in India", que ya ha conseguido captar 400.000 millones de dólares en inversiones extranjeras. Además, India quiere convertirse en una de las primeras potencias en energía solar y producir 100 gigavatios para 2022.
Sin embargo, no todos los analistas son tan optimistas con los datos de India. El Gobierno indio también mantiene el gravamen retroactivo para las empresas (y que tanto trae de cabeza a los inversores extranjeros) y ha apartado por ahora su ambiciosa reforma laboral que pugnaba por mayor flexibilidad laboral y que tantas protestas suscitó.