Philippe Waechter, economista jefe de Natixis AM, dice que "el punto principal es que Grecia puede empezar a discutir un nuevo rescate sólo después de adoptar un gran número de medidas, que sólo son una condición para iniciar conversaciones para un tercer rescate. Esto es sólo un punto de partida". Y añade que Grecia tendrá […]
Dirigentes Digital
| 13 jul 2015
Philippe Waechter, economista jefe de Natixis AM, dice que "el punto principal es que Grecia puede empezar a discutir un nuevo rescate sólo después de adoptar un gran número de medidas, que sólo son una condición para iniciar conversaciones para un tercer rescate. Esto es sólo un punto de partida". Y añade que Grecia tendrá las manos atadas y dependerá de las decisiones de la eurozona, "durante las negociaciones, el alivio de la deuda se ha descartado y existe la posibilidad de restructuración pero sin quita". El economista insiste que el acuerdo supera los términos con los que se convocó el referéndum y se pregunta si la última mayoría conseguida por Tsipras en el Parlamento griego supondrá un cambio si se produjera elecciones.
Paul Krugman ha afirmado en el New York Times que "el acuerdo va más allá de lo duro, es puro espíritu de venganza, es la completa destrucción de la soberanía nacional, y no hay esperanza de un alivio. Es una grotesca traición de todo en lo que se supone que se basa el proyecto europeo".
El economista José Carlos Díez incide en que Tsipras "ha aceptado el plan de ajuste más duro desde 2009. Ahora tendrá que volver a Atenas y aprobarlo en el parlamento antes de pasado mañana" y subraya que con el anuncio de hoy la crisis griega no está cerrada a corto plazo, "si consigue la aprobación del parlamento griego, supondrá el inicio de las negociaciones sin ningún compromiso por parte de los socios europeos de que vaya a suponer un acuerdo para el tercer rescate".