DIRIGENTES entrevista a Juan Carlos Cubeiro y Zoe Cubeiro Alcalde, autores de ‘La disrupción del liderazgo femenino. Economía y política del talento’
Gestión y LiderazgoIsabel Garrido
| 27 feb 2024
Para Juan Carlos Cubeiro y Zoe Cubeiro Alcalde, la economía siempre ha estado estrechamente ligada a la política. Por ello, en su libro La disrupción del liderazgo femenino. Economía y política del talento, publicado por LID Editorial, tratan de explicar cómo mediante la empatía, la iniciativa, la humildad y la actitud emprendedora, cuatro importantes rasgos que comparten las 12 protagonistas, estas mujeres han sido capaces de hacer frente a los diferentes retos que se han ido planteando en sus diferentes ámbitos de actuación. Además, en una entrevista con DIRIGENTES, los autores indican cómo la trayectoria de estas profesionales aporta respuestas “útiles” para las empresas y la sociedad en su conjunto.
El Liderazgo Femenino “Abierto” (concepto acuñado por Imelda Rodríguez, epiloguista de esta obra) es el nuevo Liderazgo, independientemente del sexo de quien lo ejerza, aunque hay cualidades que les resultan más naturales a la mayoría de las mujeres. En este libro explicamos las aportaciones de las cinco economistas que están transformando la Ciencia Económica porque replantean los grandes conceptos de Valor, Pobreza, Déficit, Crecimiento y Tecnología, y las siete dirigentes que, en países tan distantes como Taiwán y Nueva Zelanda, Alemania y cuatro países nórdicos, mejor gestionaron la crisis del Covid en términos sanitarios, económicos y sociales simultáneamente.
El Liderazgo Femenino se concreta en cuatro grandes rasgos: el mundo de la empatía, de la colaboración, de ser un equipo, de la compasión como empatía activa; el de la iniciativa, la persistencia, la perseverancia, el compromiso; el de la humildad, frente a la soberbia imperante, y no digamos a la triada oscura de narcisismo, psicopatía y maquiavelismo; y el de la actitud emprendedora.
Observamos esta actitud emprendedora en cómo Mariana Mazzucato, por ejemplo, plantea las políticas públicas desde la dirección por misiones en un Estado emprendedor y en cómo Erna Soldberg, en Noruega, explicó la pandemia a los niños. Admiramos la humildad de Angela Merkel, desde su imagen a sus programas políticos o en cómo Carlota Pérez nos propone un buen uso de la tecnología para el desarrollo humano. Comprendemos las iniciativas de la premio Nobel Esther Duflo contra la pobreza o de Tsai Ing- Wen en Taiwán. Y admiramos la empatía de Jacinda Ardern, ex primera ministra de Nueva Zelanda, o de Kate Raworth respecto a un crecimiento saludable de la economía o de Stephanie Kelton para una buena utilización del déficit. En este libro hemos detallado lo que hace el Liderazgo Femenino en aras de la autenticidad.
Desde siempre, la Economía (en griego, “el buen gobierno de la casa”) ha sido Economía Política. La ciencia de Adam Smith, Marx, Keynes y Piketty necesitaba una transformación profunda. Esto es lo que ofrecen las “cinco guerreras” a ambos lados del Atlántico. Por otro lado, la Política sufre de una lamentable reputación porque se ha distanciado de los ciudadanos. Lo que hicieron estas siete líderes fue gestionar con Talento una situación extremadamente adversa, con un Liderazgo incuestionable, desde la serenidad y la confianza hacia sus ciudadanos y una comunicación impecable, clara, directa y sencilla.
La nueva economía del talento se distingue por ser práctica. Duflo, Kelton, Mazzucato Pérez y Raworth se diferencian porque toman sendos grandes conceptos que nos interesan a todos y los aterrizan en la realidad. Nada de teorías impracticables. Ellas se preguntan “¿qué es lo que aporta y no aporta valor?”, “¿cómo podemos de verdad aliviar la pobreza?”, “¿qué sentido y utilidad tiene el déficit público?”, “¿cuáles son los límites del crecimiento?” o “¿para qué sirve de verdad la tecnología?”. Nos aportan respuestas sumamente útiles para las empresas, para los profesionales y para la sociedad en su conjunto. La Economía del Talento, desde la perspectiva de las “cinco guerreras”, eleva considerablemente la Ciencia Económica tal como la hemos entendido hasta ahora. Nuestra humilde aportación ha sido, además de presentar sus ideas al público, establecer un puente entre ellas, con un modelo conjunto. Unir los puntos de aportaciones estratégicas. Porque también la empresa debe reconceptualizar el valor, la desigualdad, el crecimiento, la cuenta de resultados y la tecnología.
Muchos nos tememos que, desgraciadamente, si no conocemos de verdad qué hicieron las mujeres gobernantes que mejor gestionaron la pandemia, estaremos condenados a repetir los errores en un futuro. Las siete compartieron lo que llamamos T3: medir (a través de tests, quiénes eran positivos en coronavirus, porque el 58% de ellos eran asintomáticos), tratarles adecuadamente y trazar con quién se relacionaban aprovechando la tecnología. Test, Tratamiento y Trazabilidad, siendo respetuosos con la economía, que es el sustento de las familias, y por supuesto con las reglas del juego democrático. Nada de confinamientos masivos y perpetuos (una decisión medieval, obsoleta en estos tiempos) ni de medidas dictatoriales. Diálogo, consenso real, liderazgo auténtico, comunicación exquisita desde la acción, explicando las medidas tomadas. Angela Merkel se jubiló como canciller, Jacinda Ardern dimitió, la mitad de esas gobernantes nórdicas ya no lo son. En la lista de Forbes de las mujeres más influyentes del mundo, de las siete sólo quedan dos. ¿Perderemos su legado? Nos negamos a ello. Los datos están ahí: en las empresas y deseablemente en la política, el Liderazgo Femenino es la esperanza para un mundo mejor, realmente más saludable y sostenible.