El gobierno japonés ha dado el visto bueno a los planes para poner en marcha de nuevo una planta nuclear en la Sendai, que podrán reactivarse tres años después del desastre de Fukushima. Aunque es muy posible que no entren en funcionamiento hasta el próximo año, las protestas no se han hecho esperar. Para conseguir […]
Dirigentes Digital
| 12 nov 2014
El gobierno japonés ha dado el visto bueno a los planes para poner en marcha de nuevo una planta nuclear en la Sendai, que podrán reactivarse tres años después del desastre de Fukushima. Aunque es muy posible que no entren en funcionamiento hasta el próximo año, las protestas no se han hecho esperar.
Para conseguir la aprobación para reactivar estos reactores, el gobierno japonés ha llevado a cabo un fuerte proceso de seguridad para que la central nuclear pueda resistir un hipotético nuevo desastre como un terremoto.
Para el país, reactivar la industria es importante, tanto económica como energéticamente, ya que ha tenido que importar hidrocarburos para suplir la falta de energía nuclear en los últimos años. Fukushima cubría el 30% de las necesidades de energía en Japón y debido el alto precio de las importaciones de petróleo, el primer ministro japonés ha optado por recuperar esta fuente de energía.
Los efectos se han notado: Japón registró un déficit por cuenta corriente récord a finales de 2013 durante varios meses consecutivos.
Una sociedad reacia
Han pasado más de tres años desde que el 11 de marzo de 2011 la tierra temblara bajo el mar con una magnitud de 9 grados en la escala de Richter. Ese temblor frente a la costa de Japón desencadenó un maremoto que causó más de 18.000 muertos y desaparecidos. La sociedad aún se muestra reacia a reactivar la energía nuclear porque el maremoto provocó la mayor crisis nuclear desde Chernóbil (en 1986) al destrozar la central de Fukushima.
El aire, el mar, la tierra y los alimentos se contaminaron y provocaron una gran crisis en el país. Tras el desastre, el gobierno japonés anunció que la dependencia nuclear sería reducida tanto como fuera posible.
Rusia e Irán, en la carrera nuclear
Japón no es el único país que apuesta por la energía nuclear ya que Rusia e Irán acaban de firmar un contrato para construir dos nuevos reactores en la planta iraní de Bushehr. La agencia nuclear rusa Rosatom aseguró en un comunicador que todos los suministros estarán bajo el control de la Organización Internacional de la Energía Atómica.