Al cierre del pasado Jueves las acciones de Grifols cotizaban a 42,63 euros y como resultado de esta operación, han comenzado a cotizar a 21,31 euros. Sus accionistas, por tanto, tendrán dos títulos por el precio de uno aunque el capital social de la farmacéutica catalana sigue siendo de 119.603.705 euros. Este capital social se […]
Dirigentes Digital
| 05 ene 2016
Al cierre del pasado Jueves las acciones de Grifols cotizaban a 42,63 euros y como resultado de esta operación, han comenzado a cotizar a 21,31 euros. Sus accionistas, por tanto, tendrán dos títulos por el precio de uno aunque el capital social de la farmacéutica catalana sigue siendo de 119.603.705 euros.
Este capital social se divide en dos tipos de acciones: las de Clase A que cotizan en el Ibex 35 y las de Clase B que cotizan fuera del índice selectivo y no cuentan con derecho a voto aunque sí reciben 1 céntimo por acción más de dividendo. ¿Qué se consigue con esta operación? El efecto psicológico sobre los inversores es uno de los objetivos ya que se abarata el precio de los títulos y eso puede generar cierto atractivo hacia un valor que, de hecho, se cuela entre los mejores pronósticos de los expertos.
Pero lo cierto es que el valor no está precisamente barato ya que cotiza a un PER (ratio precio/beneficio) por encima de la media del sector. La consecuencia inmediata del split ha sido la fuerte caída del título aunque desde el punto de vista del análisis técnico, Carlos Jaureguizar, de Noesis Análisis Financiero, explica que la ruptura del soporte en 20,50 euros puede ser en falso y el valor puede corregir. Según Jaureguizar la tendencia es de "neutralidad" y sesgo neutral si sus títulos cierran por encima de 21,62 euros.
Grifols acaba de llevar a cabo, además, un relevo generacional en su cúpula según la cual el hasta ahora máximo dirigente de la compañía, Victor Grifols Roura traspasa sus responsabilidades ejecutivas a sus hijos Victor Grifols Deu y Raimon Grifols Roura, ambos como consejeros delegados solidarios.
Este año que acaba de comenzar se prevé como un período de transición para que el relevo de produzca de forma ordenada y planificada. Por cierto que Victor Grifols Roura se ha pronunciado en anteriores ocasiones a favor del proceso independentista de Artur Mas y a pesar de que apenas el 5% de su facturación se genera en España, tiene su centro mundial de operaciones en Irlanda.
En los próximos meses, además, debe decidir si ubicará su próxima planta de producción en Cataluña (Paréts del Vallés) o en Clayton (Carolina del Norte-EEUU) Después de la negativa de la CUP a apoyar a Mas… ¿Influirá la posibilidad de una nueva cita electoral en su decisión?