Hace sólo unas semanas que el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicaba su informe "Perspectivas de la Economía Global" que recogía sus previsiones económicas para finales de 2014 y para los próximos años. Y, aunque mantiene su pronóstico para Estados Unidos y China, sí que ahora se muestra más reticente con otras regiones como la zona […]
Dirigentes Digital
| 13 nov 2014
Hace sólo unas semanas que el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicaba su informe "Perspectivas de la Economía Global" que recogía sus previsiones económicas para finales de 2014 y para los próximos años. Y, aunque mantiene su pronóstico para Estados Unidos y China, sí que ahora se muestra más reticente con otras regiones como la zona euro.
¿La razón? La corrección de algunas plazas bursátiles y la continua y brusca caída de los precios del petróleo ponen a los países de euro en una situación de desventaja.
El organismo presidido por Christine Lagarde señala en su nota que el crecimiento global sigue siendo "desigual y frágil", por lo que será necesario nuevas medidas. Este es el mensaje con el que el FMI y Estados Unidos llegan a la cumbre del G20 que se celebra este fin de semana y en la que las reformas estructurales volverán a estar a la orden del día.
El G20 llama
Para que crezca tu país, también tienen que crecer los que están alrededor. Eso es lo que piensa Estados Unidos que ve con cierta preocupación la desaceleración de la zona euro y con Japón y China a medio gas.
A nivel global, el FMI redujo sus expectativas para el crecimiento a 3,3% este año y a 3,8% el próximo año. En julio, el organismo había dicho que esperaba un crecimiento económico de 3,4% en el 2014 y del 4% en el 2015.
La Cumbre de Líderes se celebrará en Brisbane (Australia) el 15 y 16 de noviembre en el Centro de Congresos y Exposiciones. Será la reunión de líderes mundiales más importante que haya organizado Australia.
La agenda de Australia para el G20 en 2014 se concentra en fomentar un crecimiento económico más sólido mediante la obtención de mejores resultados en comercio y empleo y el aumento de la capacidad de la economía mundial de resistir shocks futuros.