El Grupo BBVA cerró el primer trimestre del año con un beneficio atribuido de 1.164 millones de euros, una bajada del 9,8 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
El banco achacó la caída del beneficio a «unos niveles estables de ingresos recurrentes negativamente impactados por unas mayores necesidades de saneamientos».
El banco admitió unas mayores necesidades de provisión en Estados Unidos y Turquía.
La entidad obtuvo un margen de intereses, la diferencia entre lo que cobran los bancos por las inversiones crediticias menos lo que pagan a los clientes por los depósitos, de 4.420 millones de euros entre enero y marzo, un 3,1 por ciento más que hace un año.
Respecto al cuarto trimestre de 2018, el beneficio atribuido del primer trimestre aumentó un 16,2%.
El grupo cerró el trimestre con una tasa de mora del 3,9 por ciento, mientras que en términos de capital, el ratio CET 1 ‘fully-loaded’ cerró el trimestre en el el 11,35%, cerca del objetivo de entre el 11,5% y el 12%.
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