La resaca de los test de estrés, la victoria de Dilma Rouseff en Brasil y las dudas sobre la evolución de sus reformas, y unos datos macro que vuelven a dejar en entredicho la recuperación de la economía alemana. Todavía quedan muchos frentes abiertos en un mercado que además espera el veredicto de la Reserva […]
Dirigentes Digital
| 28 oct 2014
La resaca de los test de estrés, la victoria de Dilma Rouseff en Brasil y las dudas sobre la evolución de sus reformas, y unos datos macro que vuelven a dejar en entredicho la recuperación de la economía alemana. Todavía quedan muchos frentes abiertos en un mercado que además espera el veredicto de la Reserva Federal (Fed) sobre el fin definitivo del programa de estímulos.
En este contexto, y tras las subidas iniciales, las Bolsas se giraron ayer a la baja y el Ibex perdió los 10.200 puntos que tanto le había costado recuperar. Como telón de fondo, las dudas sobre el sector bancario, pese a que las entidades españolas pasaron con nota las pruebas del Banco Central Europeo (BCE). Presionadas por la caída de la banca italiana, las entidades españolas se vieron arrastradas por las ventas, también ante el agrio sabor que ha dejado la última encuesta IFO en Alemania, que se situaba por debajo de lo estimado en 103,2 frente 104,3 esperado. Eso, unido a la evidencia de que aunque el sector no tendrá problemas de solvencia en caso de una nueva recesión, sí entraría en pérdidas de forma generalizada, enfrió los ánimos en el parqué.
Paras Anand, director de Renta Variable de Fidelity Worldwide Investment, se muestra optimista con el escenario dejado tras las pruebas de resistencia. "Que solo 25 de los 130 mayores bancos europeos necesitarían más capital en un escenario de estrés económico es, ciertamente, un resultado mucho más robusto del que muchos habrían anticipado hace dos años, cuando la preocupación sobre la fragilidad europea estaba en su más alto nivel". Recuerda que desde entonces hemos visto un colapso de los costes de financiación, una mejora de los márgenes netos de interés y, en algunas economías, indicaciones de que las provisiones históricas sobre activos tóxicos pueden, al final, mostrarse como excesivamente prudentes.
Sin embargo, el experto señala que el reto al que se enfrenta ahora el sector financiero europeo sigue siendo el necesario acoplamiento entre los clientes que necesitan crédito y aquellos a los que los bancos están dispuestos a prestar. "Será complicado para el sistema financiero jugar el papel que históricamente ha realizado para apoyar la recuperación económica", explica.
Más duros se muestran desde CFA Institute, donde aseguran que "los resultados de los test de estrés han dejado algunas lagunas en las áreas clave de riesgo, tales como el riesgo de litigios y de valoración de inconsistencias, que han sido excluidos del ámbito de aplicación del AQR (AQR – Asset Quality Review-)".
Respecto a la transparencia sobre la información bancaria y su impacto entre los inversores, el Director de Política de Información financiera de la institución, Vincent Papa, critica que "no ha existido un informe pormenorizado específico por bancos sobre los resultados de la revisión cualitativa de sus políticas y procesos". A su juicio, este tipo de informe podría ayudar a los inversores a evaluar hasta qué punto los sistemas de contabilidad de los bancos pueden afectar el riesgo de la divulgación de información. Por otra parte," no queda claro si los efectos de los ajustes relacionados con el AQR serán divulgados o integrados en los estados financieros de 2014. Esto podría ser un problema, ya que algunos ajustes reflejaban un enfoque conservador, en lugar de mostrar los que realmente necesitan ajustes contables".