Desde JP Morgan AM recuerda que "el 57% del capital bursátil del S&P ya ha publicado sus cuentas, con un crecimiento de los beneficios de solo el 4,5% interanual, frente a las expectativas de un crecimiento de alrededor del 8%". La caída de los precios del crudo y la fortaleza del dólar empieza a pasar […]
Dirigentes Digital
| 06 feb 2015
Desde JP Morgan AM recuerda que "el 57% del capital bursátil del S&P ya ha publicado sus cuentas, con un crecimiento de los beneficios de solo el 4,5% interanual, frente a las expectativas de un crecimiento de alrededor del 8%". La caída de los precios del crudo y la fortaleza del dólar empieza a pasar una seria factura a gigantes como Procter & Gamble, que ha visto cómo su beneficio caía un 32% en el último semestre hasta los 4.362 millones de dólares mientras uno de sus grandes competidores en Europa, Beiersdorf, aumentó su facturación en un 2,3% en 2014. La empresa propietaria de Nivea sube un 17% en lo que va de año, mientras que la estadounidense cae un 7%.
Alberto Spagnolo, director de inversiones de Julius Baer, explica que "en los últimos años nuestra apuesta en renta variable ha estado centrada EEUU, pero ahora empezamos a cambiar el enfoque" para apostar por Europa. Las previsiones de la firma apuntan a un crecimiento de los beneficios empresariales en Europa de entre el 7% y el 8%, tras dos años de decepciones constantes.
"Una vez que las perspectivas de crecimiento de beneficios se confirmen, los inversores tienen motivos para esperar una mejora de las valoraciones", explica Spagnolo, que recuerda además que más del 50% de los beneficios de las cotizadas europeas provienen del extranjero, con lo que la depreciación del euro juega una doble baza a su favor: "estimula las ventas y mejora el resultado final por el impacto de la conversión de los beneficios a una divisa local más débil". Un estudio de Credit Suisse sugiere que una depreciación del euro del 10% provocaría un aumento del 8% del BPA regional.
Desde JP Morgan AM explican que, junto a la depreciación del euro, "la mejora del entorno de crédito y la caída de los precios del petróleo beneficiarán a muchas empresas europeas". Sin embargo, advierten que "habrá que ser muy selectivos porque las valoraciones ya no son tan atractivas como antes". En este sentido, aconsejan a los inversores buscar más allá de los índices y centrarse en los sectores mejor posicionados para aprovechar las tendencias positivas que se están generando.
Los expertos de Fidelity Worldwide Investments coinciden en este sentido. "Casi el 20% de los ingresos de las empresas de Europa continental se generan en EEUU", recuerdan, explicando que "los valores de consumo discrecional, como el fabricante de automóviles VW, pueden beneficiarse de un efecto cambiario favorable".
Aún así, el entorno no está exento de riesgos. Aunque los inversores recibieron con alegría los buenos resultados del tercer trimestre en Europa, ciertas cuestiones siguen resultando preocupantes. Desde JP Morgan AM explican que "gran parte del crecimiento de beneficios respondió a la expansión de márgenes y no al crecimiento de las ventas que, de hecho, se contrajo un 2% interanual".
En este sentido, aseguran que las empresas deben tener claro que "rebajar costes para mantener los márgenes y los beneficios funciona a corto plazo pero no consigue generar crecimiento a más largo plazo". Y recuerdan que en EEUU, la flexibilidad del mercado laboral, un crecimiento económico más fuerte y unos mayores niveles de consumo han favorecido que los márgenes de beneficios se hayan recuperado más rápido tras la crisis financiera. Así, "la brecha entre los márgenes de Europa y EEUU empezará a cerrarse cuando la reducción de costes y las mejoras de eficiencia se vean reflejadas en los márgenes europeos". A su juicio, las agresivas rebajas de costes implican que un pequeño aumento de los ingresos podría traducirse rápidamente en un crecimiento de beneficios más sólido.