El Consejo de la CNMV acabada de autorizar la Bolsa Social como plataforma de financiación participativa. Se trata de la primera plataforma de equity crowdfunding o crowdinvesting que se autoriza en España de acuerdo con la Ley de Fomento de la Financiación Empresarial, también conocida como la "ley del crowdfunding". La financiación participativa permite a […]
Dirigentes Digital
| 05 oct 2015
El Consejo de la CNMV acabada de autorizar la Bolsa Social como plataforma de financiación participativa. Se trata de la primera plataforma de equity crowdfunding o crowdinvesting que se autoriza en España de acuerdo con la Ley de Fomento de la Financiación Empresarial, también conocida como la "ley del crowdfunding".
La financiación participativa permite a los inversores, tanto profesionales como minoristas, invertir directamente en el capital de empresas. Según estudios de Ernst & Young, esta nueva forma de desintermediación financiera alcanzó el año pasado un volumen de negocio de 82 millones de euros, con unas tasas de crecimiento del 116% desde 2012.
La Bolsa Social se dirige a inversores y empresas con valores. Para ello, selecciona y publica empresas con un buen modelo de negocio y potencial de crecimiento, con la particularidad de que deben producir un impacto positivo constatable en la sociedad y el medio ambiente. La inversión se realiza a golpe de clic. Durante campañas de dos a tres meses los inversores depositan su dinero en una cuenta especial en Triodos Bank. Si se alcanza el objetivo de financiación, la Bolsa Social formaliza la ampliación de capital en nombre de todos los inversores. Si no se logra, se devuelven las aportaciones sin coste para los inversores.
La plataforma cuenta con un equipo de profesionales procedentes del mundo de las finanzas, la tecnología, el derecho y el emprendimiento social. Está dirigida por Jose Moncada, que cuenta con una trayectoria profesional vinculada a la política financiera nacional y europea tras años de trabajo en el Tesoro español, la Comisión Europea en Bruselas y la Autoridad Europea del Mercado de Valores en París. Moncada es, además, presidente de la Red Española de Impacto Social (REDIS), asociación que aúna a los principales inversores de impacto social de España.
La Bolsa Social se inscribe dentro de las llamadas finanzas éticas, un sector que experimenta un importante crecimiento desde hace años. Como señala Jose Moncada: "Se está dando un cambio de mentalidad. La gente comprende que también debemos aplicar nuestros valores cuando decidimos ahorrar o invertir, y que no está reñido buscar rentabilidad e invertir en empresas con impacto positivo en la sociedad". En este sentido, Moncada ve un gran potencial en el crowdfunding de inversión. "La Bolsa Social nace con el objetivo de convertirse en el mercado financiero de referencia para inversores y empresas con valores positivos. Por eso seleccionamos las empresas con el rigor del capital riesgo, las financiamos mediante la fuerza colaborativa de la financiación participativa y aportamos la dimensión ética de la inversión de impacto social". Para cumplir su objetivo, la Bolsa Social cuenta con el apoyo de Triodos Bank, banca ética y sostenible de referencia en Europa, o la firma de análisis financiero Analistas Financieros Internacionales (AFI). Además se ha aliado con partners relevantes del ecosistema del emprendimiento social en nuestro país como Ashoka, UnLtd Spain, Ueia o Impact Hub Madrid, entre otros.
Tres serán los proyectos protagonistas de la primera campaña de inversión participativa de la plataforma, que dará comienzo el 28 de octubre y durará tres meses: Nostoc Biotech, Utopic_US y Wake App Health. Nostoc Biotech trabaja con el objetivo de reducir la aplicación de químicos en la agricultura, reequilibrar los suelos y preservar su salud a través de productos agrícolas naturales. Wake App Health, por su parte, es un proyecto de mHealth dedicado al desarrollo de estrategias de intervención en salud a través de la tecnología móvil.
Analizados en colaboración con Analistas Financieros Internacionales (AFI), todas las empresas que publica la Bolsa Social han de tener un buen modelo de negocio, potencial de crecimiento y generar un impacto positivo en la sociedad. La plataforma ofrece a los futuros inversores toda la información sobre los proyectos, así como los riesgos y limitaciones que implica la participación en las acciones de estas empresas. Si la campaña de equity crowdfunding finaliza con éxito, la Bolsa Social exige a las empresas reportes periódicos de los resultados económicos y del impacto social o medioambiental generado por cada una de ellas.