El Fondo Monetario Internacional (FMI) en sus previsiones de julio (que se esperan reciban un "severo correctivo" esta misma semana) auguraba una contracción para el país del 1,5% este año. De momento, a cierre del segundo trimestre el PIB había caído un 2,6% interanual y un 1,9% intertrimestral. Un hundimiento que parece irá a más […]
Dirigentes Digital
| 05 oct 2015
El Fondo Monetario Internacional (FMI) en sus previsiones de julio (que se esperan reciban un "severo correctivo" esta misma semana) auguraba una contracción para el país del 1,5% este año. De momento, a cierre del segundo trimestre el PIB había caído un 2,6% interanual y un 1,9% intertrimestral.
Un hundimiento que parece irá a más ante las turbulencias desatadas por los interrogantes que sobrevuelan a China y la sangría de las commodities. De hecho, la agencia de calificación crediticia Fitch ya ha rebajado sus estimaciones hasta una caída del 3% este año y del 1% para 2016, pues considera que la recesión será "más profunda y prolongada" de lo que inicialmente esperaba.
Para estos expertos, el crecimiento no volverá hasta 2017, con un repunte del PIB del 1,2%, "impulsado por mejores condiciones de demanda externa, la depreciación del real, así como una recuperación gradual de la demanda interna". Ahora bien, la firma reconoce que "existe una considerable incertidumbre en torno a nuestras proyecciones de referencia".
Citi, por su parte, estima una contracción del crecimiento del 2,7% en 2015 y una caída adicional del 0,7% el año que viene. En el mejor de los casos, prevé Capital Economics, para 2016 podemos esperar "algo parecido al estancamiento", mientras que en este ejercicio el PIB caería un 2,5%.
Para estos expertos, los mayores riesgos para Brasil provienen de su enorme déficit presupuestario y de las vulnerabilidades creadas por la rápida expansión de la deuda privada en la última década. "Parece que la burbuja de crédito del país se está desinflando poco a poco, sin causar demasiado dolor en el sector bancario, pero existe el riesgo de que la crisis económica provoque un aumento más acusado en los préstamos impagados", provocando un desenlace "más desordenado".
Ahora bien, parece que hay "luz al final del túnel", pues estos analistas consideran que "al contrario de la opinión generalizada, pensamos que un real débil es parte de la solución, en lugar del problema". Reconocen que una venta masiva desordenada en la divisa sería una preocupación, pero "los balances en Brasil están mejor aislados" de este tipo de impactos que en el pasado y la depreciación de su moneda "con el tiempo reactivará el sector exportador y cerrará el actual déficit por cuenta corriente".
Oportunidades de inversión
Después de que Standard & Poor’s (S&P) rebajará a "bono basura" la deuda pública brasileña, Claudia Calich, gestora del fondo M&G Emerging Markets Bond, destacaba que "la recesión económica y el bajo nivel de apoyo por parte del gobierno a las políticas de ajuste presupuestario hacen que los riesgos de implementación sigan siendo altos, así como probable que se lleven a cabo nuevos recortes por parte de otras agencias de calificación".
Con todo, reconocía que hay oportunidades en las corporaciones exportadoras, con posición fuerte de caja, y en los bonos de los gobiernos locales, con altas rentabilidades. Por el contrario, señalaba que evita bancos de propiedad estatal y utilities, como Petrobras.