De momento, todas las esperanzas están puestas en Draghi, pero, al mismo tiempo, se recela de su capacidad. En esta dicotomía se mueve el mercado, pendiente a la vez de otras grandes reuniones: Fed y BoJ (16 y 17 de marzo) y OPEP (20 marzo). Parece como si la agenda de diciembre, que tanta decepción […]
Dirigentes Digital
| 07 mar 2016
De momento, todas las esperanzas están puestas en Draghi, pero, al mismo tiempo, se recela de su capacidad. En esta dicotomía se mueve el mercado, pendiente a la vez de otras grandes reuniones: Fed y BoJ (16 y 17 de marzo) y OPEP (20 marzo). Parece como si la agenda de diciembre, que tanta decepción y miedo trajo consigo, se repitiera, pero esta vez se confía (o quiere confiar) en que ‘de los errores se aprende’.
Sobre todo en lo que a la autoridad monetaria de la Zona Euro respecta, sin mucha fe en un acuerdo entre los productores de crudo para reducir el exceso de oferta y con Yellen en stand by, presionada por la relativa fortaleza interna y el incierto entorno internacional. "Podríamos entra en una ‘fase de desinflado progresivo’… salvo que la inventiva de Draghi supere todas las expectativas, claro", advierte Bankinter.
El futuro está en el aire, pero, quizá el pasado nos sirva para guiar nuestro camino. Así, Barclays destaca que febrero nos ha dejado importantes giros al alza en estrategias que anteriormente se habían comportado peor, como las de value, recompras, pequeña capitalización y altas ventas de divisas.
Y, añaden, que este giro estratégico les recuerda a octubre de 2015, cuando el S&P 500 protagonizó un rally en medio de un débil sentimiento macro, condiciones de sobreventa y mensajes acomodaticios por parte de los bancos centrales. "La estabilización de los datos manufactureros de Estados Unidos proporciona al mismo tiempo un apoyo fundamental para el vuelco en estrategias orientadas a cíclicos globalmente apalancados", afirman estos expertos.
"El rendimiento del capital, un indicador de calidad, destaca por sus retornos superiores y ahora es la segunda mejor estrategia", subrayan. Mientras, el momentum de largo plazo sigue perdiendo favor tras el fuerte comportamiento de 2015. Betas de acciones y rango de apalancamiento se encuentran en la parte más baja.
Mientras, la beta a una menor rentabilidad del diez años americano y la rentabilidad por dividendo han cosechado buenos resultados en lo que va de año, pero la firma se reconoce "cauta ante el entorno de estabilización-aumento de los tipos a largo plazo".
Finalmente, value (retorno de los ingresos) y tamaño (acciones de menor capitalización) han sido las mejores estrategias de febrero, pero "se mantienen en la parte baja de nuestro ranking". Por su parte, las recompras han proporcionado las mejores rentabilidades en los últimos 60 meses.