La estabilidad en el mantenimiento de las políticas de dividendos se ha convertido en un elemento clave para mantener la confianza de los inversores en momentos de turbulencia. El Ibex 35 con Dividendos ha logrado minimizar sus pérdidas este año frente al Ibex 35, doblando su valor desde mediados de 2012. Y la rentabilidad por […]
Dirigentes Digital
| 28 dic 2015
La estabilidad en el mantenimiento de las políticas de dividendos se ha convertido en un elemento clave para mantener la confianza de los inversores en momentos de turbulencia. El Ibex 35 con Dividendos ha logrado minimizar sus pérdidas este año frente al Ibex 35, doblando su valor desde mediados de 2012. Y la rentabilidad por dividendo también ha sido notable. Con las caídas bursátiles, este indicador cerró noviembre superando el 1,51% que ofrecía entonces el interés del bono español a 10 años.
Según datos de BME, en dividendos se habían repartido hasta el 30 de noviembre pagos en efectivo y acciones (scrips) por un importe equivalente a 24.525,52 millones de euros. En devolución de primas de emisión 890,46 millones, y mediante devolución de aportaciones 669,75 millones. En total 26.085,73 millones de euros.
Por tanto, la práctica totalidad de la retribución corresponde a dividendos satisfechos. En total, 24.525 millones de euros. De ellos, un tercio se han satisfecho en acciones mediante 10 pagos de diferentes compañías realizados con la fórmula de scrip dividend, una fórmula que se ha reducido este año porque algunas grandes multinacionales del sector financiero como Santander y Caixabank han decidido no hacer todos sus pagos en esta modalidad, como sí ocurrió en 2014.
Hay que recordar que pese a lo positivo, la cifra de dividendos repartidos ha caído sustancialmente respecto al año anterior, cuando se registraron 43.409 millones de euros. El efecto del megadividendo de Endesa explica en parte ese descenso, pero también "el adelanto que Iberdrola decidió de su dividendo de enero a diciembre de 2014, la rebaja del orden del 30% en 2015 decidida por Santander o el dividendo extraordinario satisfecho por Repsol en 2014", explican desde BME.
Devolución de fondos propios y amortización
En 2015, es destacable el aumento de la retribución al accionista vía devolución de nominal y prima de emisión que, hasta noviembre, alcanzaba un montante global cercano a los 1.560 millones de euros, frente a los 148 millones de 2014 (11 veces más).
Destaca el importe global de retribución vía prima de emisión o reservas de libre disposición, con un total de 16 compañías que han optado por remunerar a sus accionistas de esta forma. Por su parte, tan solo una compañía (Testa) ha retribuido a sus accionistas mediante la reducción del valor nominal de sus acciones con devolución a los mismos por un total cercano a los 670 millones de euros.
La amortización de acciones propias es una de las alternativas con las que cuentan las empresas para retribuir a sus accionistas. En muchos casos, está ligada a un programa previo de recompra de acciones propias en el mercado. El capital social nominal amortizado en 2015, hasta el 30 de noviembre, alcanza los 217 millones de euros, el doble que el año anterior. En términos de valor de mercado, las acciones amortizadas se han multiplicado por tres hasta los 3.418 millones de euros.
Catorce empresas han llevado a cabo amortización de acciones, el doble que el año anterior. Entre las empresas que han realizado amortizaciones destacan Iberdrola y Telefónica por valor de mercado de 875 y 1.019 millones de euros respectivamente. Mediaset, Ferrovial y Amadeus también han amortizado títulos por valor superior a los 200 millones de euros.