"No creo que las pruebas disponibles apoyen la opinión de que las acciones estadounidenses están sobrevaloradas. Por el contrario, creo que las positivas perspectivas en el plano de la economía y los beneficios hacen que el mercado alcista liderado por EEUU siga estando intacto, y que veremos nuevos máximos en 2015", afirmaba Dominic Rossi, director de Inversiones del área […]
Dirigentes Digital
| 12 feb 2015
"No creo que las pruebas disponibles apoyen la opinión de que las acciones estadounidenses están sobrevaloradas. Por el contrario, creo que las positivas perspectivas en el plano de la economía y los beneficios hacen que el mercado alcista liderado por EEUU siga estando intacto, y que veremos nuevos máximos en 2015", afirmaba Dominic Rossi, director de Inversiones del área de Renta Variable.
Las acciones estadounidenses han superado a otros grandes mercados financieros en los últimos años. A pesar de que algunos inversores apuntan a que esta tendencia alcista no puede continuar por mucho tiempo, las perspectivas siguen siendo positivas debido a la mejora de la economía, a las empresas, a la reducción del doble déficit y a la fortaleza del dólar.
En un reciente informe, la gestora Fidelity argumenta que las acciones estadounidenses no están sobrevaloradas y señala algunos aspectos que permiten que así sea, como las rentabilidades sobre recursos propios sólidas y sostenidas, el bajo coste del capital y los factores estructurales que sostienen los beneficios de las empresas de este mercado.
Los expertos destacan que el índice Standard & Poor’s se ha triplicado desde los mínimos de 2009, un comportamiento solido que refleja tanto la recuperación de la economía real de Estados Unidos, como la mejora del sentimiento de los inversores.
A pesar de que los indicadores tradicionales de valoración muestran una buena situación de la bolsa estadounidense, hay una excepción con el CAPE de Shiller, pero este indicador hay que tratarlo con ciertas precauciones. El CAPE lleva indicando que las acciones estadounidenses están sobrevaloradas desde finales de 2009, fecha en la que los valores subieron más de un 100%.
La entidad también señala que en los últimos tres años las cotizaciones han crecido más que los beneficios, lo que da como resultado una subida del PER. Todo esto podría indicar que las empresas estadounidenses se estén convirtiéndose en negocios "estructuralmente más rentables", lo que se debe a factores como la globalización, el progreso técnico y la negociación colectiva.
Para la gestora, el actual contexto monetario ayuda a que la valoración de las acciones estadounidenses haga que estas sean más baratas en relación a medidas tomadas por el Sistema de Reserva Federal de los Estados Unidos (FED). Por otro lado, el modelo de valor económico añadido (EVA) también apoya estas valoraciones por sus mayores rentabilidades sobre el capital y el bajo coste del capital.