Las cartas de la discordia. En medio de la campaña que hace años mantienen gestoras y autoridades para fomentar los planes de pensiones privados, una de las medidas más esperadas sigue guardada en la recámara del Gobierno. A principios de año, el Ejecutivo anunció que enviaría cartas a unos 17,6 millones de cotizantes con información […]
Dirigentes Digital
| 17 nov 2014
Las cartas de la discordia. En medio de la campaña que hace años mantienen gestoras y autoridades para fomentar los planes de pensiones privados, una de las medidas más esperadas sigue guardada en la recámara del Gobierno. A principios de año, el Ejecutivo anunció que enviaría cartas a unos 17,6 millones de cotizantes con información sobre la pensión pública que recibirían en el futuro, además de otros datos como la fecha exacta de jubilación y el importe mensual estimado.
Esta carta tenía como función indirecta dar un golpe de realidad a los futuros pensionistas, y, a través de la información, hacerles caer en la cuenta (o no) de la necesidad de complementar su pensión pública con productos como planes de previsión social, fondos de pensiones o seguros. En cierto sentido, se pensaba ayudar a la planificación del ahorro y a la toma de las decisiones de futuro. Las entidades aseguradoras contaban con este apoyo, pero a día de hoy han visto como las esperanzas que tenían puestas en un proyecto que podía haber animado su negocio en la recta final del año se han venido a bajo.
A un mes de que acabe este 2014, la iniciativa sigue siendo otra tarea más pendiente para el Gobierno. Muchos bancos han lanzado ya sus campañas para captar clientes en los fondos para la jubilación, pero el impacto que esta medida podría haber tenido en el número de contrataciones se ha quedado en el olvido.
Durante un acto informativo celebrado en Madrid, González de Frutos ha descartado la idea de que se vaya a efectuar el envío de las cartas antes de 2015, dado que el decreto que regula este aspecto aún no ha visto la luz.
Las aseguradoras han señalado además que en otros países europeos, como Holanda o Dinamarca, la población invierte un mayor presupuesto en este tipo de planes, y como consecuencia tendrán un mayor consumo cuando sus actuales trabajadores activos lleguen a la etapa de la jubilación. "Se trata de una medida para concienciar sobre la necesidad de ahorro y previsión",señaló González de Frutos.