Según la encuesta global, el 50% de los directivos nipones ve el futuro con más optimismo que el año anterior, siendo el país asiático el que ha registrado el mayor incremento de los niveles de confianza de 2015, por delante del 42% de los europeos o el 37% de EEUU. "Las perspectivas de los mercados […]
Dirigentes Digital
| 01 abr 2015
Según la encuesta global, el 50% de los directivos nipones ve el futuro con más optimismo que el año anterior, siendo el país asiático el que ha registrado el mayor incremento de los niveles de confianza de 2015, por delante del 42% de los europeos o el 37% de EEUU. "Las perspectivas de los mercados desarrollados certifican la divergencia con las economías emergentes, en los que la confianza de los directivos se ve perjudicada", explican desde la gestora.
Sólo uno de cada tres analistas de Fidelity apreció más confianza entre los equipos directivos de todo el mundo respecto al año pasado. Las frecuentes conversaciones que Fidelity mantiene con ejecutivos de todo el mundo, en busca de nuevas tendencias y oportunidades de inversión, revelan que el sentimiento inversor a escala global se enfría unas décimas. A una escala regional,sin embargo, Japón rompe la tendencia mundial en aspectos como la solidez de los balances empresariales. Tres de cada cuatro analistas especializados en esta región consideran que las empresas japonesas incrementarán los pagos de dividendos a sus accionistas durante los próximos doce meses.
Henk-JanRikkerink, director de departamento de Análisis de Renta Variable de Fidelity Worldwide Investment, explica que "al menos por el momento, parece que las reformas emprendidas por el primer ministro Abe están dando fruto. Las empresas japonesas están dando al programa de reformas económicas de Abe el beneficio de la duda y los indicadores muestran que esto repercutirá en la economía real".
Por su parte, en Europa predomina un optimismo moderado como resultado de la mejoría de los fundamentales de las empresas, la caída del petróleo y la depreciación del euro. Asimismo, el incremento de la demanda aparece como un motor esencial para aumentar los ingresos en el futuro. Todo ello lleva a los analistas especializados en este continente a albergar expectativas positivas respecto a los dividendos y al retorno de capital.
Respecto a EEUU se prevé que las condiciones se mantengan estables y en niveles saludables. En opinión de los analistas de Fidelity, la recuperación de esta economía ha alcanzado un nivel de madurez que conserva, no obstante, cierto recorrido al alza.
En el lado contrario, las perspectivas para los mercados emergentes son menos halagüeñas.
Alrededor del 59% de los analistas que cubren EMEA (Europa oriental, Oriente Medio y África) y Latinoamérica afirman que la confianza de los equipos directivos se ha deteriorado. En China predomina una postura de cautela en un momento de desaceleración del crecimiento. "Sin embargo, no parece probable que vaya a producirse una crisis sistémica en 2015 y, a pesar de la desaceleración económica, sigue habiendo oportunidades para los inversores que buscan rentas en una de las mayores economías del mundo", señala Rikkerink.
Ganadores y perdedores
Las diferencias entre los ganadores y los perdedores también son mayores en los sectores, ya que las áreas más innovadoras y con un mayor componente de conocimiento están dejando atrás al resto. La sanidad alcanzó la mayor puntuación en el índice de sentimiento inversor. El 60% de los analistas que cubren este sector detectó mayor confianza entre los equipos directivos, un porcentaje similar al que prevé mayores rentabilidades sobre el capital. Uno de cada dos analistas también espera que aumenten los dividendos, mientras que ninguno pronostica un descenso de la remuneración al accionista.
Rikkerink asegura que "las perspectivas positivas del sector sanitario en todo el mundo se fundamentan principalmente en los progresos científicos de la medicina y la investigación, en áreas como la oncología, inmunoterapia y terapia genética. El crecimiento de la población en los mercados emergentes y el envejecimiento de las sociedades de los mercados desarrollados hacen pensar que el auge continuará".
Como cabía esperar, el panorama del sector energético es radicalmente diferente. Alrededor del 85% de los analistas del sector energético habla de deterioro de la confianza de los equipos directivos y todos ellos predicen una reducción de la inversión empresarial. Además, el 92% prevé una reducción de las rentabilidades sobre el capital. "Esta valoración es un reflejo del impacto que ha tenido la fuerte caída de los precios del petróleo en el sector energético", explicó el experto.
El número de analistas que apunta a aumentos del dividendo es más alto en atención sanitaria, seguida de consumo básico y servicios públicos. El único sector donde probablemente se observe un descenso considerable de los dividendos es en energía.
"Una de las conclusiones más positivas de la encuesta es la fortaleza generalizada de las perspectivas de dividendo: menos del 10% del total prevé recortes o suspensiones del dividendo, ya que las empresas intentan evitar las señales negativas que envían estas medidas", señaló Rikkerink, añadiendo que "tres de cada cuatro analistas esperan mayores dividendos de las empresas japonesas que cubren. Casi el 50% pronostica mayores remuneraciones al accionista en sus sectores en EEUU y, en Europa, un tercio de los analistas considera que sus empresas elevarán el dividendo".