Los mercados de valores europeos cerraron este lunes al alza, en una sesión que fue de menos a más. Tras un inicio de jornada bajista, en la que la falta de referencias macro y empresariales, la renovada tensión entre Occidente y Rusia por "la crisis ucraniana" y la sorprendente entrada en recesión de la economía de Japón en el tercer trimestre pesaban en el ánimo de los inversores, una nueva intervención del presidente del Banco Central Europeo (BCE), el italiano Mario Draghi, provocó un brusco giro al alza de los mercados. Si bien es verdad que éstos ya habían recuperado algo del terreno cedido durante las primeras horas de la sesión, fueron los comentarios de Draghi ante el Comité Económico y Monetario del Parlamento Europeo los que cambiaron el sentimiento de los inversores.
En su intervención Draghi, además de reiterar que la institución que preside estaría preparada para adoptar nuevas medidas no convencionales, de ser estas necesarias, llegó a puntualizar que la compra de deuda soberana podría ser una opción. Los bancos cotizados, grandes beneficiados por estas potenciales compras, fueron los que primero reaccionaron al alza, arrastrando tras de sí al resto del mercado.
El euro, por su parte, se debilitó, mientras que la deuda soberna periférica se revalorizaba, reduciéndose así las primas de riesgo. El buen comportamiento del sector bancario, sector que en las últimas semanas se había convertido en un lastre para las bolsas europeas continentales, propició que los índices bursátiles españoles e italianos, en los que el sector mantiene un elevado peso relativo, fueran los que mejor se comportaran. No obstante, y a pesar de las palabras de Draghi sobre nuevas potenciales actuaciones en materia de política monetaria, el presidente del BCE insistió en la necesidad de que éstas vayan acompañadas de profundas reformas estructurales que deben ser abordadas por los gobiernos de la región, algo que, por el elevado coste político, sigue "cayendo en saco roto". En este sentido, señalar que los analistas de Link Securities creen que antes o después deberán ser afrontadas por gobiernos como el italiano o el francés dada la necesidad real de las mismas para que estas economías vuelvan a ser competitivas y recuperen la senda del crecimiento.
Por otro lado, comentar que este lunes se conoció la balanza comercial de la
Zona Euro en el mes de septiembre, cuyo superávit superó con creces el obtenido en el mismo mes del año pasado y lo esperado por los analistas. Todo indica que la depreciación del euro está comenzando a dar sus primeros resultados al elevar la competitividad de las producciones europeas, algo que es muy positivo para la recuperación del crecimiento económico en la región.
En Wall Street asistimos este lunes a una nueva sesión de consolidación, lo que permitió a los principales índices mantenerse a niveles de máximos históricos. La publicación de la caída inesperada de la producción industrial en el mes de octubre no tuvo efecto alguno en las bolsas ya que no fue consecuencia de la reducción de la producción manufacturera, que creció tal y como era esperado, sino por la caída de la producción minera y de las utilidades (servicios públicos). Por su parte, el anuncio de dos grandes operaciones corporativas en los sectores de farmacia y de bienes
de equipo para la industria petrolera y gasista sirvieron para animar algo a unos inversores sin otro tipo de referencias de calado.
Previsiones
Este martes, en una sesión que esperamos comience ligeramente al alza en Europa, la atención de los inversores en estos mercados de valores volverá a centrarse en la publicación de una serie de datos macro de relativa importancia. Así, en el Reino Unido se publicarán la inflación industrial y de consumo del mes de octubre, datos que, de mostrarse débiles, alejarían la posibilidad de que el Banco de Inglaterra retire sus estímulos en el corto plazo (se alejaría la posibilidad de que suba sus tasas de interés oficiales).
Además, en Alemania el instituto ZEW publicará los índices que elabora mensualmente y que sirven para conocer la visión que sobre el estado actual y futuro de la economía del país tiene el colectivo de grandes inversores y analistas. Estos indicadores llevan meses deteriorándose, concretamente desde el inicio de la "crisis ucraniana". En principio, se espera que el de expectativas, el más seguido por los inversores, mejore ligeramente en relación a su lectura de octubre, cuando entró en terreno negativo. De no ser así, creemos que las bolsas reaccionarán negativamente. Posteriormente, y como viene siendo habitual en los últimos meses, será Wall Street el que determine con su comportamiento la tendencia de cierre de las bolsas europeas. En este mercado se publicarán el índice de precios industriales del mes de octubre y el índice de la vivienda del mes de noviembre, datos que no creemos que tengan demasiado impacto.
Por otro lado, y para finalizar, señalar que los países de la UE parecen no estar decididos por el momento a "tensar más la cuerda" en su relación con Rusia por su intervención en la "crisis ucraniana", por lo que han retrasado hasta diciembre la posibilidad de adoptar nuevas sanciones, algo que es positivo para el comportamiento a corto de las bolsas europeas, ya que reduce la tensión entre ambos bandos. No obstante, la UE sí parece dispuesta a sancionar a los líderes separatistas ucranianos.