"Inicialmente, la caída del precio del petróleo debería estimular la economía global a través de un aumento progresivo del consumo que se producirá relativamente pronto. El efecto negativo de la disminución de la inversión no se evidenciará hasta dentro de un tiempo", afirma Asoka Wöhrmann, Chief Investment Officer de Deutsche Asset & Wealth Management (Deutsche […]
Dirigentes Digital
| 19 feb 2015
"Inicialmente, la caída del precio del petróleo debería estimular la economía global a través de un aumento progresivo del consumo que se producirá relativamente pronto. El efecto negativo de la disminución de la inversión no se evidenciará hasta dentro de un tiempo", afirma Asoka Wöhrmann, Chief Investment Officer de Deutsche Asset & Wealth Management (Deutsche AWM).
"El mayor riesgo del bajo precio del petróleo está en el ámbito social, en las economías que dependen de la exportación de crudo y que son financiera y políticamente frágiles", añade. Para muchos países exportadores, el petróleo que venden al exterior supone una gran parte de su Producto Interior Bruto.
Además de atravesar dificultades económicas, países como Colombia, Venezuela, Kazajistán, Argelia, Angola, Arabia Saudí, Iraq y Omán están en riesgo de entrar en déficit sustancial en su balanza comercial.
Los países emergentes que son importadores netos de energía, son los primeros que se benefician del petróleo barato, al igual que las naciones industrializadas.
En el mundo empresarial, los que más se están viendo favorecidos por el bajo precio del crudo son, junto a algunas aerolíneas y compañías de bienes de consumo, los bancos asiáticos. Esto se debe a que en muchos países de Asia, el bajo precio del petróleo reduce uno de los costes principales, lo que debería estimular la economía y el consumo.
Entre los perdedores por la depreciación del crudo figuran obviamente las propias petroleras y las compañías del sector de bienes industriales. También se verán significativamente afectados los bancos estadounidenses que están muy expuestos al sector del shale oil o petróleo de esquisto.
Wörhmann prevé que la actividad de compras en la industria del petróleo repunte notablemente en la segunda mitad de 2015. En los mercados de renta fija, todas las miradas están depositadas en los bonos de alto rendimiento o high yield de las petroleras estadounidenses, así como en la deuda investment grade emitida por los principales productores de petróleo de los mercados emergentes.
Asimismo, es posible que se produzcan distorsiones en los mercados de bonos a nivel nacional. La caída del precio del crudo podría tener también repercusiones en las políticas monetarias internacionales. Wörhmann considera que "le da a los bancos centrales más margen de maniobra: la Fed ha podido posponer su subida de tipos y el BCE hizo referencia al bajo precio del petróleo, que fomenta la baja inflación, como una justificación adicional de su política monetaria ultra-relajada, también llamada QE (quantitative easing)".
A juicio de Wörhmann, es demasiado pronto para predecir con seguridad cómo va a evolucionar el precio del petróleo a partir de ahora, debido en parte a la falta de datos. La situación mejorará no obstante tras la presentación de resultados del primer trimestre de 2015, que arrojarán luz sobre la reducción de gastos, los planes de producción, la deflación de costos y las presiones en los márgenes de beneficio.
Actualmente, el escenario base de Deutsche AWM es que el precio del petróleo se recuperará progresivamente hasta alcanzar los 65 dólares por barril a finales de 2015.