¿Serán las máquinas capaces de desbancar al ‘factor humano’? ¿Están los clientes preparados para dejar su dinero en manos de robots? La teoría es simple: una oferta más barata para confeccionar carteras de inversión a través de complejos logaritmos que reducen los costes asociados a la operación. Según datos de la consultora A.T. Kearney, los […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
¿Serán las máquinas capaces de desbancar al ‘factor humano’? ¿Están los clientes preparados para dejar su dinero en manos de robots? La teoría es simple: una oferta más barata para confeccionar carteras de inversión a través de complejos logaritmos que reducen los costes asociados a la operación. Según datos de la consultora A.T. Kearney, los asesores automatizados mantienen 135.000 millones de dólares en activos, con la previsión de alcanzar en 2020 más de 2,2 billones de dólares. Están presentes en ese mercado desde 2011 y ya cuentan con ocho millones de clientes y 400 compañías dedicadas a esta actividad.
Una cifra de record que ha removido conciencias a este lado del Atlántico, donde las entidades empiezan a ser miradas con lupa por las agresivas políticas de comercialización, especialmente en el segmento de fondos de inversión, donde las elevadas comisiones no se corresponden en ocasiones con los rendimientos obtenidos.
Reino Unido dio los primeros pasos ante la llegada de MiFID II, que con el cerco al cobro de retrocesiones, expulsó del mercado a los patrimonios más limitados, al no resultar tan rentables para unas entidades que, a su vez, enfrentan costes regulatorios cada vez más elevados. Y es ahí donde los roboadvisors encontraron su nicho.
En España, FeelCapital ha sido pionera en el sector. Constituida como Eafi (empresa de asesoramiento financiero independiente) en septiembre de 2014, cuenta ya con más de 9.500 usuarios registrados y un patrimonio medio bajo asesoramiento de 95.000 euros. Su fundador y CEO, Antonio Banda, explica que la herramienta, basada en un modelo de cuatro algoritmos que desarrollan todo en base a la teoría de la cartera de Markowitz, está centrada en el asesoramiento, en el que incluyen tres categorías de inversión: renta variable (España, Europa, Japón, emergentes y EEUU), renta fija (a corto, a largo, corporativa y high yield) y monetarios. "Buscamos categorías que sean puras. Los fondos garantizados o de rentabilidad absoluta son productos que no asumen especialidad para el cliente. Están creados por la banca para su propio beneficio", indica Banda, muy crítico con las políticas de comercialización de los bancos en los últimos años.
"Tenemos los fondos más caros de Europa porque no hay luz en el sector", asegura, explicando que "nosotros con nuestros precios, 15 euros al mes o 150 euros al año, dejamos claro que se puede asesorar por muy poco dinero". A través de esos complejos algoritmos, la firma identifica los fondos que más se adecúan al perfil del cliente entre los más de 25.000 que hay traspasables en España. Y después, es el cliente quien va a su entidad a solicitar esos productos. "Para una cartera de 60.000 euros conseguimos un ahorro en costes de media de 1.200 euros al año", explica Banda.
Ser pionero es una ventaja. Pero la perspectiva de nuevos competidores ha hecho que FeelCapital encuentre un nuevo nicho de mercado en los fondos de pensiones. La idea es que este primer trimestre del año se ponga en marcha Feelcapital Pensiones, con sus propios fondos registrados con un coste anual de 150 euros por cliente y un modelo fuera de la estacionalidad marcada por las tradicionales campañas de fin de año. "Haremos lo que hemos llamado un ‘ciclo de vida’, combinando fondos de inversión y fondos de pensiones para cada uno de nuestros clientes", explica Banda.
Llega la competencia
Este mismo mes de enero apareció el primer competidor de Feelcapital en España. Se trata de Indexa Capital, que, aunque no es una Eafi, sí está autorizada por la CNMV como agencia de valores, con lo que también puede comprar los fondos al cliente, sin recibir retrocesión por ello. "La idea nace de mi experiencia como inversor institucional de ver la muy baja rentabilidad que ofrecen los fondos de inversión de gestión activa, en un 95% de los casos ofrecen una rentabilidad a largo plazo inferior a su índice de referencia, junto con el auge de los Gestores Automatizados en EEUU (Wealthfront, Betterment, …) y en Inglaterra (Nutmeg)", explica Unai Ansejo, fundador y consejero delegado de la firma.
A diferencia de Feelcapital, que apuesta por un universo mucho más amplio, Indexa se centra en elaborar carteras de fondos indexados. "Apostamos por la gestión pasiva porque hay un consenso académico en que ofrece mejores retornos que la activa", indica el dirigente. "En base a los estudios académicos, nuestra estimación es que somos capaces de reducir los costes de la banca en un 80%, y ofrecer al ahorrador un 3,1% más de entabilidad (o menos pérdidas) al año", insiste.
A su juicio, el cliente español sí parece estar preparado para este tipo de gestión automatizada. "En menos de 2 meses desde el lanzamiento ya han confiado en Indexa más de 40 clientes, que nos han delegado la gestión de más de 2 millones de euros. Es mucho por ser un modelo tan nuevo en España y con apenas 2 meses de vida", explica Ansejo.
Puede leer el reportaje completo en la revista DIRIGENTES del mes de marzo