¿Creen que el yen se seguirá debilitando en el futuro próximo? Claro que esta pregunta requiere ya ser más específico… ¿contra quién?. La pregunta inicial es apropiada considerando tanto la menor recuperación a lo esperado de la economía tras la subida de impuestos hace un año y también por la caída de la inflación, en […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
¿Creen que el yen se seguirá debilitando en el futuro próximo? Claro que esta pregunta requiere ya ser más específico… ¿contra quién?.
La pregunta inicial es apropiada considerando tanto la menor recuperación a lo esperado de la economía tras la subida de impuestos hace un año y también por la caída de la inflación, en buena parte al materializarse el efecto escalón precisamente de la subida de impuestos sobre el consumo.
Desde el Gobierno japonés se afirma que lo relevante es evitar la inestabilidad en las divisas. Pero, desde el Ejecutivo de Estados Unidos (y también el Fondo Monetario Internacional) piden a las autoridades japonesas un menor protagonismo de la política fiscal y mayor desde las reformas estructurales para afianzar la recuperación.
Entre medias, la evolución del yen es muy importante. Lo curioso de todo esto es que desde finales de 2012 en que la moneda japonesa se ha depreciado más del 30% en términos efectivos nominales la aportación al crecimiento económico del sector exterior ha sido nulo. Y ya hemos advertido sobre la reciente evolución de la inflación.
Quizás antes de continuar debería concretar nuestras previsiones:
Hemos revisado a la baja el crecimiento previsto para la economía japonesa este año hasta un 0,7% (2,1% en 2016).
Esperamos que la inflación sea del 0,4% este ejercicio, aunque sería del 1% el próximo año.
Esperamos una mejora de la balanza corriente, con un superávit del 2% del PIB en promedio de dos años (0,6% en 2014).
¿El yen? Esperamos que se deprecie frente al dólar hasta niveles de 126 el próximo año, en niveles similares frente al euros (paridad implícita para el euro/dólar).
El crecimiento promedio trimestral de las exportaciones en los tres últimos años ha sido del 1%, en línea con su evolución histórica promedio. Pero mucho peor que lo anticipado oficialmente. La realidad es que la debilidad de la demanda exterior unida a la pérdida de cuota de mercado apenas ha sido compensada por la caída del yen para mantener un crecimiento moderado de las ventas al exterior. El resto ha quedado en la fuerte recuperación de las compras (recuerden la reconstrucción por el Terremoto y el mayor gasto público).
Al final, las monedas no son la solución a los problemas estructurales. O no son la única solución… ¿no están de acuerdo?
José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España.