Paciencia. No hay prisa por la primera subida de tipos. Es el mensaje que ha primado en las dos últimas reuniones de la Reserva Federal, tal y como demostraron las actas publicadas la pasada semana. Pero más allá del impacto que esta medida podría tener en la recuperación económica, no solo de EEUU, sino de […]
Dirigentes Digital
| 23 feb 2015
Paciencia. No hay prisa por la primera subida de tipos. Es el mensaje que ha primado en las dos últimas reuniones de la Reserva Federal, tal y como demostraron las actas publicadas la pasada semana. Pero más allá del impacto que esta medida podría tener en la recuperación económica, no solo de EEUU, sino de otras regiones también debilitadas, una idea está detrás del temor del organismo a actuar este mismo verano: la fortaleza del dólar.
Una subida de tipos implicaría aún más fortaleza para una divisa que se ha apreciado ya un 20% frente al euro desde que el pasado mes de mayo el cruce entre ambas divisas rozase los 1,40 dólares. Y en el seno de la Fed preocupa, y mucho, el impacto del billete verde en los resultados empresariales, que ya se ha dejado notar durante el cuarto trimestre.
Según cálculos desarrollados por JP Morgan AM en su último Market Insights, con datos del 83% de la capitalización de mercado del índice S&P 500, el beneficio por acción del cuarto trimestre cedió un 3,9% en términos interanuales hasta situarse en 27,14 dólares, por debajo de las estimaciones iniciales.
Aunque el consumo interno es la base de la economía estadounidense, los expertos calculan que cerca del 50% de los ingresos de las empresas incluidas en el S&P 500 proceden de fuentes internacionales. "Además de la caída de la demanda internacional, la conversión a dólares de los ingresos que las empresas de EEUU obtienen en el extranjero supone asimismo un obstáculo para sus ganancias".
En este escenario, la Reserva Federal tendrá que pensarse si volver a retrasar la primera subida de tipos, al menos, hasta que se note una mejora en la economía global, que permita terminar con los tipos en mínimos sin que eso se transforme en un nuevo ciclo alcista del dólar.
Seleccionar sectores
"Las expectativas de unos beneficios menores en 2015, hacen que los ratios sean mayores para el conjunto del mercado. Sin embargo, no todos los sectores se han visto afectados en la misma medida, lo cual se traduce en oportunidades de inversión", explican desde JP Morgan.
Los expertos apuestan en este sentido por sectores cíclicos como tecnología, industria y consumo discrecional, que "parecen presentar precios atractivos". Y en este segmento toma especial relevancia el impulso que ofrece al consumo el descenso de los precios de la energía.
En el lado contrario, con valoraciones elevadas, los expertos sitúan al sector servicios. "Dichas valoraciones, a su vez, están contribuyendo a impulsar el cociente precio/ganancias del conjunto del S&P 500", explican. Sin embargo, señalan que el sector energético todavía no presenta valoraciones más asequibles atendiendo a este parámetro. Ello se debe a que, si bien han caído las cotizaciones de las empresas energéticas, las expectativas sobre ganancias han cedido a un ritmo mayor.
"Como resultado, los cocientes precio/ganancias del sector han subido, aunque ciertos valores ofrecen claramente oportunidades de inversión".
A pesar de los obstáculos, desde la firma confían en que durante el segundo semestre del año los precios del petróleo y el dólar encuentren una línea de estabilización. Así, aconsejan a los inversores seguir centrándose en la renta variable estadounidense, pero solo en aquellos sectores atractivos. Y lanzan una última advertencia: "el inversor debe disponerse a asistir a mayores niveles de volatilidad".