Es la pescadilla que se muerde la cola. Gestoras que deciden cerrar productos y que contribuyen a un menor volumen de negociación en los mercados, algo que aumenta la volatilidad y que, a su vez, impide a numerosos fondos operar correctamente por un puro tema de estatutos (que no les permite entrar en mercados con […]
Dirigentes Digital
| 13 ene 2016
Es la pescadilla que se muerde la cola. Gestoras que deciden cerrar productos y que contribuyen a un menor volumen de negociación en los mercados, algo que aumenta la volatilidad y que, a su vez, impide a numerosos fondos operar correctamente por un puro tema de estatutos (que no les permite entrar en mercados con una volatilidad superior a un tanto por ciento).
El círculo vicioso en el que se encuentran metidos los mercados emergentes ha provocado que esta categoría se vea envuelta en una nueva espiral bajista que parece lejos de terminar, pese a las atractivas valoraciones tras un 2015 nefasto, salvo para los productos más enfocados a la región de Asia. En el año, los fondos de renta variable BRIC ya acumulan pérdidas que rondan entre el 7% y el 11%.
"El número de fondos de países emergentes en renta variable se ha reducido un 80%, y en renta fija las reducciones también son enormes", explican fuentes financieras, aludiendo a las dificultades de estos países para pagar su deuda en dólares, con la caída de las reservas y los bajos precios de las materias primas.
Cerca de aquellos que opinan que este año es mejor mirar desde la barrera a los mercados emergentes, se encuentran los expertos de Deutsche Bank, que en sus previsiones para 2016 explican cómo, además del impacto de la caída de los precios de las materias primas, el bajo ritmo de las exportaciones de estos países repercutirá en unas tasas de crecimiento más débiles. "Históricamente, un crecimiento del PIB en EEUU y Europa por encima del 2% venía acompañado de un incremento de la actividad exportadora de la zona asiática superior al 9% anual", explica Rosa Duce desde la entidad.
Sin embargo, este año no será posible cumplir con las estadísticas. A juicio de los expertos, varios factores limitarán esas exportaciones, como la mayor calidad de los productos chinos, que convierten al gigante asiático en un competidor difícil de superar, y la madurez alcanzada en el ciclo de los productos electrónicos, de los que muchos de estos países son productores, sobre todo en Asia.
Esta debilidad en el crecimiento seguirá pesando sobre los mercados emergentes y sus inversores. Y en este contexto, la clave para los expertos está en saber diferenciar dentro del amplio abanico de economías en estas regiones.
Una diferenciación que ya se viene reflejando también en la evolución de los flujos de fondos cotizados. Según datos recopilados por Bloomberg, mientras los inversores estadounidenses sacaron 2.800 millones de ETFs que invierten en el conjunto de mercados emergentes, sí registraron suscripciones por valor de 1.800 millones aquellos fondos centrados en India, por ejemplo.