FCC lanzará una ampliación de 1.000 millones de euros con el objetivo de amortizar la deuda del tramo B de la compañía. Una medida que estaba prevista, pero que ha tenido que esperar hasta que la accionista de referencia Esther Koplowitz ha conseguido un acuerdo para reestructurar una deuda personal.
La compañía celebrará una nueva junta extraordinaria de accionistas el próximo 20 de noviembre. En ella se marcarán las condiciones de las acciones nuevas y se verá hasta que punto se puede diluir la participación de Koplowitz que en la actualidad es del 50,1%.
La ampliación de capital que prepara la empresa tiene como objetivo acabar con este tramo de deuda B. Esta actuación es una de las tres vías que se recogían dentro del acuerdo firmado en abril con los bancos. Dentro de las opciones también existía la posibilidad de postergar el pago de intereses durante cinco años y una vez llegado el plazo proceder a la conversión del principal del préstamo más los intereses en acciones de la compañía. Asimismo, se contemplaba la opción de que la empresa mejorara y fuera capaz de pagar la deuda con su tesorería.
Aunque en un primer momento pueda parecer que una ampliación tiene un efecto dilutivo sobre las acciones del grupo, desde la empresa señalaban hace un mes cuando se estaba ya hablando de este acuerdo, que al no ir destinada a una compra sino al fortalecimiento de las cuentas del grupo es un hecho positivo. Entre los efectos beneficiosos de esta operación también se encuentra la reducción de los costes financieros que conlleva este exceso de pasivo.
De hecho, en el comunicado remitido el domingo por la empresa se señala que la ampliación permitirá "situar el apalancamiento financiero del grupo en un ratio de cuatro veces el beneficio bruto operativo (Ebitda), elevar éste a 1.100 millones de euros y generar caja por importe de 850 millones".
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