Un paso más en la liquidación de Martinsa. La otrora joya de la corona del inmobiliario español durante los años del boom está cada vez más cerca de su liquidación. El proceso será dirigido por los administradores concursales de KPMG, que en su día fueron designados por la CNMV, y de Bankinter en representación de la banca acreedora. Después de haber protagonizado el que fuera el mayor concurso de acreedores de la historia española ahora se trata de una de las mayores liquidaciones de la historia en España, con un pasivo próximo a los 7.000 millones de euros.
A junio del año pasado, Martinsa Fadesa tenía una deuda concursal de 6.655 millones de euros, incluyendo deudas con la banca de en torno a 4.000 millones de euros, que las entidades tienen provisionados. El grupo tenía un patrimonio negativo neto de más de 4.400 millones de euros, con un pasivo de 6.759 millones de euros, frente a activos de cerca de 2.400 millones.
La evolución de esta empresa ha sido paralela a la del ciclo económico español. En 2007, en la cumbre del boom inmobiliario Martinsa lanzó una OPA sobre Fadesa y nació esta compañía. De hecho, esta operación llevó a la inmobiliaria a los tribunales enfrentándose con quien en aquel entonces fue su consejero delegado, Manuel Jove. La empresa consideraba que Jove valoró demasiado alto los activos de las empresas en la operación. Hace unos días, el Tribunal Supremo le quitó la razón a la empresa, empeorando la débil situación económica que ya vivía la inmobialiaria..
La salida del concurso
Martinsa consiguió en 2011 abandonar el concurso de acreedores en que había entrado. Sin embargo, en diciembre de 2014, tuvo que presentar una solicitud de reforma para este plan ante el Juzgado Mercantil de A Coruña. La inmobiliaria no lograba tener liquidez para poder hacer frente a los pagos que tenía previstos en este calendario y necesitaba cambiar de condiciones. Por su parte, el juzgado le dio de plazo hasta este 26 de febrero para que los bancos manifestara si aceptaban o no la propuesta, que requería un respaldo de al menos el 75% de los acreedores.
Ahora, sin acuerdo con la banca parece que la inmobiliaria se ve abocada a la liquidación. La banca ha dejado caer a la que fuera la gran empresa del sector en los años de bonanza económica. Sin embargo, ahora no hay acuerdo de los grandes acreedores entre los que se encuentran la Sareb, Abanca o Popular para cambiar las condiciones de la salida del rescate.
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