El jueves me lo volvieron a preguntar: ¿la deuda es realmente importante para el crecimiento? Naturalmente que sí. De hecho, el sector financiero y el mercado mayorista tienen un papel fundamental para distribuir el capital en los proyectos de inversión. O financiar consumo privado. Sin olvidarnos de las finanzas públicas. El problema, como todo en […]
Dirigentes Digital
| 01 jun 2016
El jueves me lo volvieron a preguntar: ¿la deuda es realmente importante para el crecimiento?
Naturalmente que sí. De hecho, el sector financiero y el mercado mayorista tienen un papel fundamental para distribuir el capital en los proyectos de inversión. O financiar consumo privado. Sin olvidarnos de las finanzas públicas.
El problema, como todo en la vida, es cuando es excesivo. Pero, ¿cómo saber cuándo lo es?
Desde una perspectiva histórica, niveles de deuda por encima de una vez el PIB se ha considerado excesivo. Eran otros tiempos, con tipos de interés no lejos de promedio histórico.
En las economías emergentes, de nuevo bajo una perspectiva histórica, niveles de deuda del 40/50 % del PIB han sido sinónimo de ajustes y reestructuraciones. También esto, aparentemente, ha cambiado.
Yo sinceramente pienso que ningún país o acreedor privado quiebra si tiene la mayoría de la deuda en moneda local y al banco central a su lado.
¿Están de acuerdo conmigo?
Pero, más allá del importante detalle anterior sí podemos determinar la sostenibilidad de la deuda pública desde niveles históricamente altos (como los actuales) sobre tres factores:
1. Superávit primario. Saldo positivo en la diferencia de ingresos/gastos públicos, excluyendo dentro de estos últimos a los intereses de la deuda.
2. Coste de la deuda.
3. Crecimiento nominal de la economía.
En definitiva, que los ingresos crezcan más que el coste de la deuda antigua al mismo tiempo que se reduce.
Combinen ahora estos tres factores y entenderán la preocupación que refleja el BCE en su último Informe de Estabilidad financiera….
José Luis Martínez Campuzano es estratega de Citi en España.