La cuenta atrás para la trasposición de la nueva directiva MiFID II ha comenzado. El mundo de la inversión ultima ya los detalles para adaptarse al nuevo modelo que regulará los mercados de instrumentos financieros, tras dos años de negociaciones desde que la Comisión Europea comenzase a revisar la "primera" MiFID aprobada en 2007 y […]
Dirigentes Digital
| 25 ago 2014
La cuenta atrás para la trasposición de la nueva directiva MiFID II ha comenzado. El mundo de la inversión ultima ya los detalles para adaptarse al nuevo modelo que regulará los mercados de instrumentos financieros, tras dos años de negociaciones desde que la Comisión Europea comenzase a revisar la "primera" MiFID aprobada en 2007 y que, echando la vista atrás, no supo mitigar los efectos de la mayor crisis financiera global. Los expertos de Bankinter recogen ahora un documento de Deloitte en el que se desarrollan los seis puntos clave de la norma.
1. Extiende el control sobre otros productos y actividades, como los depósitos estructurados de las entidades de crédito, algunos paquetes de PRIPs, todas las emisiones (incluidas las de carbono), la venta de instrumentos financieros emitidos por firmas de inversión. Aunque los productos de inversión basados en seguros seguirán regulados por la Insurance Mediation Directive (IMD), la MiFID II introduce normas específicas sobre conflicto de intereses y deja la puerta abierta a los Estados miembros a introducir restricciones.
2. Se prohiben las llamadas retrocesiones (cobro de incentivos de las entidades por vender sus productos) para fomentar un asesoramiento independiente. Si la MiFID I generaba costes por cumplimiento para la industria financiera, la versión II pone el acento en el llamado "revenue at risk", lo que implica cuestionar la estrategia y modelo de negocio de estas organizaciones.
3. Refuerza la protección del inversor: para ser independiente, el asesoramiento debe hacerse sobre un amplio rango de productos (no solo los de la casa) y debe abstenerse de aceptar o tener incentivos de terceros. Los clientes recibirán un extenso y detallado informe de asesoramiento sobre el rendimiento y deben mejorar la información sobre fees y comisiones que se van a cobrar. Antes de vender un UCITS estructurados, se debe incluir un informe de asesoramiento apropiado.
4. Se crea una nueva categoría de mercado: Organised Trading Facilities (OTF) para los instrumentos como bonos, derivados, productos estructurados… y aumentan los requerimientos a los operadores. En la solicitud de autorización se deberá incluir una explicación detallada de porqué el sistema que se propone no se corresponde y no puede operarse desde un mercado regulado, Sistema Multilateral de negociación o internalizador sistemático. Los OTF tienen unos elevados requisitos organizativos, normas sobre transparencia igualmente exigentes y otros requisitos para facilitar la competencia y la negociación cross-border.
5. Mejora el gobierno corporativo. Se propone el fortalecimiento de los requisitos para ser director (ejecutivo o no ejecutivo): en particular, todos los miembros del consejo y directores deben tener el conocimiento suficiente y las habilidades para comprender los riesgos asociados con la actividad de la firma para asegurar su gestión prudente y acorde con los intereses de los inversores y la integridad de los mercados.
6. Mayor intervención de los supervisores, con capacidad para prohibir ciertos productos o actividades finaciencieras, y mayores sanciones