El equipo de asignación de activos (Asset Allocation) de Barclays espera que "los fundamentales importen mucho más que el posicionamiento", ya que la mayor parte de sus indicadores muestran que la exposición al riesgo de los fondos se ha incrementado notablemente en el inicio del cuarto trimestre, y se encuentra en "neutral" frente al primer […]
Dirigentes Digital
| 27 oct 2015
El equipo de asignación de activos (Asset Allocation) de Barclays espera que "los fundamentales importen mucho más que el posicionamiento", ya que la mayor parte de sus indicadores muestran que la exposición al riesgo de los fondos se ha incrementado notablemente en el inicio del cuarto trimestre, y se encuentra en "neutral" frente al primer por debajo de la media.
Al mismo tiempo, llaman la atención sobre el hecho de que el posicionamiento de los fondos en emergentes parece estar de nuevo cerca de niveles promedio; las posiciones largas especulativas en dólares se han reducido en un 60% desde los máximos de marzo; la beta de los fondos de bonos es muy baja ya que el riesgo de crédito se ha reducido considerablemente; y, finalmente, los fondos high yield han reducido riesgo con sus betas de nuevo en niveles promedio.
Recordemos que a principios de septiembre destacaban que el posicionamiento se había mostrado muy reacio al riesgo durante el verano, y la reversión potencial sería un factor clave tras la corrección.
"Es importante destacar que los flujos de fondos tanto a renta variable como ha bonos han languidecido desde marzo ya que el dinero se ha movido hacia el efectivo. Por tanto, si los fundamentales mejoran, hay ‘combustible’ para los mercados si este capital sale del cash y los flujos repuntan", explican estos expertos.
Así pues, ¿cómo será el crecimiento?
Rick Harrell, analista senior de deuda soberana de Loomis Sayles (gestora afiliada a Natixis Global AM), apuesta por un repunte del PIB en Estados Unidos del 2,5% tanto en 2015 como en 2016. Bajos tipos de interés, reducidos precios de la energía, un fuerte mercado laboral, mejores condiciones de crédito y precios inmobiliarios al alza, son los principales factores que destacan.
En cuanto a Latinoamérica, advierte que, en general, los países lucharán por alcanzar ascensos del 1%, frente al rango de crecimiento de entre el 4% y el 6% alcanzado en la última década. La recesión en Brasil y los problemas de otros países ante el hundimiento de las materias primas serán la tónica.
La recuperación cíclica en Europa arrojará ascensos del PIB del 1,4%, apoyados en el programa de compras de deuda (QE) del Banco Central Europeo (BCE), el petróleo barato y el débil euro, pero el potencial de todos estos "vientos a favor" va reduciéndose. Con todo, los préstamos bancarios van "volviendo" y el consumidor "fortaleciéndose".
En China, el crecimiento se debilitará hasta el 5,8% en 2016. Llama la atención sobre el elevado stock de viviendas, la incapacidad para desapalancarse más, la pérdida de credibilidad de sus políticas y el debilitamiento del gasto en inversión.
Japón, por su parte, alcanzará un ratio de crecimiento del 1,5% el año que viene, destacando en positivo la fortaleza de los resultados empresariales, el turismo, los bajos precios de la energía y la subida salarial. En el resto de Asia-Pacífico, la mejora del PIB se ralentizará a un rango entre el 3% y el 6%, debido a la caída de la demanda desde China y los emergentes y a la deuda pendiente en algunos países.