La primera conclusión que saca el experto es evidente: "la economía es aceptable para el avance de la renta variable". Es decir, a pesar de que los últimos datos macroeconómicos en la primera potencia del mundo, especialmente los relacionados con el sector consumo, han sido más flojos de lo esperado, aún hay factores que aconsejan […]
Dirigentes Digital
| 20 may 2015
La primera conclusión que saca el experto es evidente: "la economía es aceptable para el avance de la renta variable". Es decir, a pesar de que los últimos datos macroeconómicos en la primera potencia del mundo, especialmente los relacionados con el sector consumo, han sido más flojos de lo esperado, aún hay factores que aconsejan mantener posiciones sobre la renta variable frente al mercado de bonos, marcado en las últimas semanas por una profunda volatilidad.
El experto recuerda que tanto el S&P 500 como el Dow Jones Industrials se mantienen en zona de máximos. Una tendencia que se afianzó la semana pasada en el mercado. Y todo a pesar de las dudas que las valoraciones han provocado en numerosos gestores que aconsejan la máxima prudencia en lo que se refiere a Wall Street.
De hecho, según la última encuesta de gestores de fondos elaborada por BofA Merrill Lynch, el porcentaje de inversores que siguen manteniendo la opción de sobreponderar renta variable ha caído siete puntos porcentuales durante el mes de mayo. Especialmente llamativo es el descenso en el apetito por las acciones estadounidenses, con un 19% de los gestores infraponderando este mercado. La confianza en la evolución de los beneficios empresariales también ha caído, con solo un 7% de los inversores considerando a EEUU como la región con perspectivas más favorables en este segmento.
Entonces, ¿por qué se sustentan los máximos es esta clase de activo? Tal y como explica Koesterich, "la renta variable se ha beneficiado de la caída de los rendimientos de la renta fija, el aumento en la actividad de fusiones y adquisiciones (M&A) y la recompra de acciones propias por parte de numerosas compañías".
Y es cierto. Tal y como recuerda el experto, "las acciones se han beneficiado de unas empresas que han puesto su dinero a trabajar", destacando el ejemplo de la compra de AOL por parte de Verizon por 4.400 millones de dólares, o el anuncio de la operación por la que la tecnológica Danaher adquirirá Pall Corporation por 13.800 millones de dólares. "Adicionalmente, las empresas siguen recomprando acciones, y el mes pasado se anunciaron operaciones de este tipo por valor de 141.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 121% respecto a abril de 2014".
Koesterich explica que la renta variable estadounidense también se ha beneficiado del retroceso en los rendimientos de los bonos a largo plazo. A principios de la pasada semana, la rentabilidad de la deuda a 10 y 30 años del Tesoro subió hasta el 2,35% y el 3,10% respectivamente, hasta máximos del año. "Pero una combinación de factores ayudó a su estabilización al final de la semana", recuerda el experto, mencionando la fuerte demanda en una de las subastas a 10 años "que sugiere que los precios de los bonos han caído a un nivel que los inversores encuentran ya atractivo".
Desde BlackRock consideran que otro de los factores que sostendrá el buen comportamiento del mercado son los pocos indicios sobre el aumento de la inflación. "Consideramos que se mantendrá en niveles reducidos por varias razones: el ritmo moderado de la recuperación, unos salarios limitados y el hecho de que el reciente repunte del precio del petróleo podría no tener mucho más recorrido". En este sentido, Koesterich explica que "esta situación de crecimiento positivo aunque no excelente, sumado a unos precios del petróleo que oscilan dentro de un rango determinado y una baja inflación, apoya nuestro posicionamiento base de inversión".
Así, mantiene su recomendación a los inversores para "que se aferren a unas pocas temáticas clave: preferencia por renta variable frente a la renta fija, mayor asignación a mercados internacionales de renta variable y una postura que aproveche las oportunidades en renta fija".