La divergencia en los ciclos económicos y la política monetaria serán los temas predominantes a los que los inversores tendrán que hacer frente el próximo año, según el equipo de Global Market Insights de J.P. Morgan Asset Management. En su informe "WorldView: Los bancos centrales, el dólar y la inversión en 2015", David P. Kelly, […]
Dirigentes Digital
| 09 dic 2014
La divergencia en los ciclos económicos y la política monetaria serán los temas predominantes a los que los inversores tendrán que hacer frente el próximo año, según el equipo de Global Market Insights de J.P. Morgan Asset Management. En su informe "WorldView: Los bancos centrales, el dólar y la inversión en 2015", David P. Kelly, CFA, Chief Global Strategist de la entidad, señala que la normalización de la política monetaria en Estados Unidos debería ir acompañada de una vuelta a la normalidad en los tipos de interés reales a largo plazo. Sin embargo, reconocen que "el ritmo al cual los tipos largo plazo podrían incrementarse es muy incierto, ya que no existe un ejemplo anterior en la historia financiera en el que los bancos centrales hayan distorsionado deliberadamente los mercados financieros ni tampoco de cómo podrían reaccionar los mercados cuando desaparezca dicha distorsión".
En este contexto de distorsión, los expertos señalan que, a no ser que haya algún contratiempo como un ajuste del mercado laboral más rápido de lo esperado por parte de la Fed, la primera subida de los tipos de interés a corto plazo podría producirse ya en la reunión del organismo en marzo de 2015. "Sin embargo, teniendo en cuenta los inevitables episodios de volatilidad, la inflación todavía baja o una composición de la Fed todavía más cautelosa en 2015, parece algo más probable que el anuncio de su primer aumento en los tipos se lleve a cabo en su reunión de junio de 2015".
"Este escenario implica rentabilidades totales negativas en toda la curva de tipos del Tesoro para los vencimientos de dos años o más a lo largo de 2015. En consecuencia, 2015 sería un año para infraponderar los valores del Tesoro y la duración corta de los Estados Unidos", explican desde la entidad. Y añaden que los TIPS (valores del Tesoro protegidos contra la inflación) también generarán probablemente rentabilidades negativas en 2015, puesto que el incremento en las rentabilidades nominales del Tesoro se derivará posiblemente de las rentabilidades reales más altas y no de la mayor inflación.
Los bonos corporativos pueden superar la rentabilidad de los valores del Tesoro en una economía mejorada con tipos del Tesoro más altos. "Los diferenciales de los bonos corporativos de high yield y de alta calidad están cerca de los niveles medios, y sus elevados cupones en relación con los valores del Tesoro deberían protegerles en cierta medida del impacto de los tipos de interés más altos", explican.
Renta variable
En este contexto, la perspectiva para la renta variable es mucho más positiva. Y a pesar de estar inmersos en el sexto año de un mercado alcista histórico, los expertos consideran que "los mercados de renta variable estadounidenses todavía tienen margen para crecer en base a un incremento sólido de los beneficios, valoraciones todavía atractivas en comparación con el efectivo y los bonos y asignaciones en efectivo de los inversores desproporcionadas que deberían seguir fluyendo hacia los activos de riesgo".
En contra, la Bolsa americana tendrá el impacto de un dólar más fuerte en los beneficios exteriores, así como la aceleración gradual en los sueldos y costes de intereses. "Sin embargo, durante al menos uno o dos años, estas fuerzas estarán más que compensadas con un crecimiento superior del PIB nominal y un incremento de la productividad", explican.
Otro de los factores que a juicio de JP Morgan apoyará las subidas en Bolsa será la búsqueda de rendimientos superiores en activos de riesgo. Los expertos recuerdan que a finales de octubre los particulares e instituciones en los Estados Unidos mantenían más de 11 billones de dólares en cuentas en efectivo que generaban prácticamente cero. "Probablemente este dinero se irá moviendo hacia acciones y bonos, contribuyendo a que se mantenga el rally en el mercado bursátil".
A su juicio, 2015 será un año para los cíclicos y no para los defensivos. Mientras que el mercado de renta variable estadounidense está bien posicionado a corto plazo, las restricciones en la capacidad económica limitarán tanto los beneficios en acciones como en bonos a largo plazo, lo que aconsejará invertir en mercados con mayor atonía económica por motivos cíclicos (Europa) o por motivos estructurales (mercados emergentes).
Así, y a pesar de que el panorama económico en Europa no es tan positivo, los expertos consideran que la renta variable del Viejo Continente también estará apoyada por un euro más débil, la reducción de los precios del petróleo, menos austeridad y la acumulación de la demanda reprimida. Algo que a su vez impactará positivamente en los beneficios empresariales.
Alternativas
Para aquellos que quieran buscar valor más allá de la Bolsa y la renta fija, JP Morgan aconseja otras fuentes de rentabilidad. La primera de ellas, el sector inmobiliario, "que ofrece una fuente de ingresos que debería seguir siendo particularmente atractiva en Europa y Japón, donde es probable que el dinero fácil continúe reduciendo las tires de la renta fija".
Aunque las materias primas continuarán probablemente bajo presión a corto plazo, desde la entidad señalan que los inversores deben tener en cuenta que seguirán ofreciendo los beneficios de la diversificación y protección contra la inflación a largo plazo. "La energía sigue siendo una buena cobertura frente a los riesgos geopolíticos", recuerdan. Otras estrategias alternativas deberían ganar atractivo si los tipos de interés a corto plazo en Estados Unidos retroceden, en particular si esto sucede en un entorno de valoraciones de la renta variable más abultadas.