Las cifras no engañan: España perdió 12.400 millones de euros en ingresos por IVA durante 2012, según publicó el pasado jueves la Comisión Europea. Esta cifra supone el 18% de lo que el país debería haber recaudado en total. ¿A qué se debe este desfase? Aunque la Comisión apunta a errores estadísticos, quiebras de empresa o formas legales de evasión, la razón principal es el fraude fiscal.
El Comisario de Fiscalidad, Algirdas Semeta, afirma que la "brecha del IVA es básicamente un marcador de la efectividad, o de la falta de efectividad, de las medidas de aplicación y control del cumplimiento de las normas en materia de IVA en toda la Unión Europea". Por lo tanto, Semeta señala que "aún queda mucho por hacer".
Esto es lo que ha debido de pensar el Gobierno al lanzar la nueva medida que pretende poner freno al fraude fiscal. La Agencia Tributaria pondrá en marcha un nuevo sistema de gestión del IVA basado "en la información en tiempo real de las transacciones comerciales". Esta modernización del IVA, llamada SII, pretende que después de cada facturación, las empresas tengan un máximo de cuatro días hábiles para presentar las facturas emitidas y recibidas en contraposición. Actualmente, el plazo establecido es de un mes.
De esta forma, la Agencia pretende agilizar la comprobación y hacerla más efectiva gracias "al conocimiento prácticamente en tiempo real" que tendrá de las transacciones comerciales en las que participen los adscritos al sistema.
El nuevo sistema entrará en vigor el 1 de enero de 2017 y lo tendrán que llevar a cabo 62.000 contribuyentes, es decir, grandes empresas (las que facturen más de 6 millones de euros), grupos societarios a efectos de IVA e inscritos en el régimen de devolución mensual del impuesto (Redeme). Este último colectivo "representa el 80% de la facturación total de los sujetos pasivos de IVA en España", según apuntan desde la Agencia Tributaria. El resto podrán acogerse voluntariamente y, si lo desean, renunciar al sistema al final de cada año.
¿Frenará el fraude?
La gran pregunta que surge es si, finalmente, esta medida conseguirá poner freno a una práctica tan extendida. Para Marta González Alvaro, Directora del Gabinete de Estudios en la Asociación Española de Asesores Fiscales (AEDAF) "esta medida sí que va a mejorar la gestión del IVA ya que hay que tener en cuenta que la Agencia va a tener la información desde el primer momento, casi en tiempo real, por lo que va a reducir la posibilidad de fraude".
González también señala que, con este sistema, se van a facilitar las devoluciones, lo que supone un arma muy poderosa para la Agencia. También destaca que los cruces automáticos entre los contribuyentes que estén incluidos en el sistema supondrá un ahorro de tiempo.
En cambio, la experta de AEDAF señala que los trucos para la evasión fiscal se utilizan más en las pequeñas empresas, que aún no están obligadas a adscribirse a esta medida.
Serán precisamente estas empresas las que más problemas tengan a la hora de adaptarse a esta medida si la Agencia decide incluirlas en el futuro. González apunta a que el sistema que se utilizará es bastante informatizado lo que requerirá que los equipos se adapten para gestionar tal cantidad de información. Además, el proporcional también puede rellenarse a mano, una tarea que requerirá bastante tiempo para el contribuyente, lo que se traduce en un coste para las pequeñas empresas. A pesar de todo, la especialista no cree que esta medida se pueda extender a pymes en el medio plazo, si no que hay que verlo con un horizonte temporal bastante lejano.
Por el momento, habrá que esperar para ver si, finalmente, la modernización del IVA supone un antes y un después en el fraude fiscal.
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