La mejora de los fundamentales económicos con un repunte del crecimiento en Estados Unidos y en la Zona Euro, unido a una temporada de resultados empresariales con un alto ratio de sorpresas positivas, apoya un escenario favorable para los activos de riesgo. No obstante, en los próximos meses la volatilidad podría seguir presente debido a […]
Dirigentes Digital
| 06 ago 2015
La mejora de los fundamentales económicos con un repunte del crecimiento en Estados Unidos y en la Zona Euro, unido a una temporada de resultados empresariales con un alto ratio de sorpresas positivas, apoya un escenario favorable para los activos de riesgo. No obstante, en los próximos meses la volatilidad podría seguir presente debido a que todavía existen incertidumbres relevantes.
Entre los principales riesgos de cara a las próximas semanas, los expertos destacan las negociaciones entre Grecia y sus acreedores, que esperan cerrar el acuerdo definitivo para el tercer rescate antes del 20 de agosto, fecha en la que el gobierno heleno deberá afrontar vencimientos de deuda en manos del BCE. Del mismo modo, consideran que la inestabilidad que ha vivido el mercado chino continuará en el corto plazo.
Aún así, los analistas de Banca March tienen claro que estas incertidumbres serán temporales, apostando por unos datos de crecimiento "que irán mejorando en los próximos trimestres". El escenario central que manejan para llevar a cabo sus previsiones es de una reactivación económica, con el PIB mundial avanzando un 3,3% en 2015, favorecido además por los menores costes energéticos.
Clases de activos
En un entorno de políticas monetarias todavía laxas, los expertos explican que "los tipos ofrecidos por los depósitos y la rentabilidad de los activos monetarios será exigua". Sin embargo, recuerdan que "la nula inflación en España unido a la capacidad de preservación de capital ante situaciones de mayor incertidumbre en los mercados de esta clase de activos, son los factores que soportan nuestra recomendación de mantener un peso relevante en las carteras". También consideran atractivo diversificar posiciones a través de fondos de retorno absoluto de baja volatilidad, como forma de elevar la rentabilidad sin incurrir en riesgos excesivos.
En cuanto a la renta fija, "el escenario de subidas de tipos oficiales en Estados Unidos castigaría los bonos de mayor calidad crediticia, por lo que seguimos infraponderando esta clase de activos". A pesar de las incertidumbres en torno a Grecia, sí consideran que todavía queda recorrido en los bonos periféricos. "En los próximos meses, la oferta se reducirá (durante el verano los Tesoros reducen sus emisiones), mientras que por el lado de la demanda, las compras del BCE seguirán dando apoyo. En el caso del bono español a 10 años, de alcanzar niveles de tipos de interés del 1,8% sería un momento adecuado para aprovechar y reducir posiciones", aseguran.
¿Qué pasará con las Bolsas?
La renta variable sigue siendo así el activo estrella dentro de sus recomendaciones, a pesar del buen comportamiento en el acumulado del año. "Un crecimiento al alza, bajos costes energéticos y una mejora del mercado de crédito son factores favorables para los beneficios empresariales", insisten. Apuestan porque los índices europeos recuperen los niveles de abril, "en la medida que las primas de riesgo de los países periféricos sigan estrechándose y los resultados empresariales confirmen que la recuperación económica se refleja en las cuentas de resultados de las compañías europeas".
Sin embargo, reconocen que los bajos volúmenes de negociación que habitualmente vemos durante el mes de agosto tenderán a acentuar los movimientos, por lo que no son descartables momentos de volatilidad si se producen noticias desfavorables.
Prefieren Europa a EEUU, ante un nivel más exigente de los fundamentales y la perspectiva de la subida de tipos de interés, que podría restar capacidad de subida a los mercados. Aún así, consideran que Wall Street sigue apoyado por la macro y los resultados empresariales, por lo que aconsejan apostar por sectores y compañías de carácter cíclico, especialmente ligados a la demanda interna, y con un sesgo hacia el crecimiento. "Pese a su valoración más exigente, pensamos que las bolsas americanas seguirán siendo menos volátiles que el resto, lo que añade atractivo desde el punto de vista del riesgo de las carteras", explican.