Tal y como advierte John Hailer, consejero delegado de Natixis Global AM para América y Asia, "en el mercado actual, las asignaciones de activos tradicionales se han convertido en un juego de suma cero". Y gestionar el riesgo en un entorno volátil con escaso rendimiento se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para […]
Dirigentes Digital
| 26 ene 2016
Tal y como advierte John Hailer, consejero delegado de Natixis Global AM para América y Asia, "en el mercado actual, las asignaciones de activos tradicionales se han convertido en un juego de suma cero". Y gestionar el riesgo en un entorno volátil con escaso rendimiento se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para los gestores.
Según la encuesta, el 90% de las entidades españolas afirma que los bajos rendimientos son su mayor preocupación a la hora de gestionar el riesgo, seguida de la generación de rentabilidades (85%) y la financiación de los pasivos a largo plazo (72%). Seis de cada 10, apuntan además que, para su entidad, "supone un reto alcanzar los objetivos de crecimiento y satisfacer las necesidades de liquidez a corto plazo".
Los expertos consideran que la presión por generar rentabilidades a corto plazo y satisfacer al mismo tiempo las obligaciones a largo, seguirán creciendo. "Las políticas monetarias expansivas mantienen los tipos de interés en niveles bajos, lo que seguirá poniendo trabas a los gestores a la hora de generar rentas estables. Las bolsas seguirán estando marcadas por la incertidumbre y la volatilidad. Además, el 69 % de los inversores institucionales considera que los requisitos reglamentarios de liquidez orientan las inversiones hacia el corto plazo y hacia activos muy líquidos", explican desde Natixis Global AM.
¿Cómo reducir el riesgo?
El 75% de los inversores españoles encuestados consideran que una forma eficaz de reducir el riesgo es aumentar el peso de los activos descorrelacionados, como el capital riesgo, la deuda privada y los fondos de inversión libre. Casi el 44% afirma que es imprescindible invertir en activos alternativos para generar unas mejores rentabilidades ajustadas al riesgo, que es su principal prioridad en 2016.
Sophie del Campo, directora general de Natixis Global AM para Iberia, Latinoamérica y US Offshore, explica que aunque estas inversiones alternativas no son algo nuevo para los inversores institucionales, "están cobrando mayor importancia como una vía para gestionar mejor el riesgo y mejorar la diversificación, pero también como fuente de alfa". Según los datos de la entidad, las inversiones alternativas suponen de media apenas un 20% de las carteras de los grandes inversores encuestados en España, pero el 50% de ellos asegura que ha incrementado el uso de estas estrategias.
La gestión activa ofrece mejores resultados a largo plazo
Junto con el riesgo y la rentabilidad, los costes son prioritarios para los inversores institucionales y desde Natixis explican cómo muchos de ellos aplican estrategias pasivas en clases de activos más eficientes para reducir los gastos. "Actualmente, las inversiones pasivas representan de media el 34% de las carteras institucionales en España y dentro de tres años estos inversores esperan que esta exposición aumente hasta el 45%", indican.
Sin embargo, las estrategias activas siguen siendo las preferidas para generar alfa (el 84% de los inversores españoles las escoge para ello) y para obtener mejores rentabilidades ajustadas al riesgo en general. Son utilizadas por el 75 % de los inversores en España para tener exposición a clases de activos descorrelacionadas como los mercados emergentes.