Tras el breve rally de alivio provocado por el Banco Central Europeo (BCE) y su apertura a una ampliación de los estímulos en marzo, llega el turno de la autoridad monetaria de Estados Unidos. La Reserva Federal (Fed) cierra este miércoles la primera reunión tras subir los tipos en diciembre (después de casi una década […]
Dirigentes Digital
| 27 ene 2016
Tras el breve rally de alivio provocado por el Banco Central Europeo (BCE) y su apertura a una ampliación de los estímulos en marzo, llega el turno de la autoridad monetaria de Estados Unidos. La Reserva Federal (Fed) cierra este miércoles la primera reunión tras subir los tipos en diciembre (después de casi una década sin moverlos al alza) y el consenso no espera más movimientos en este sentido, pero sí que el "lenguaje" de su comunicado trate de apaciguar los ánimos en el mercado.
De hecho, el siguiente incremento del precio del dinero no se aguarda hasta marzo. Es más, ante el reciente desarrollo de los acontecimientos, con las dudas sobre la economía China, el hundimiento del petróleo y los temores a una recesión a la cabeza, llevan a algunos expertos a dudar que incluso entonces se decida a dar ese paso…
Desde Barclays esperan que el objetivo de los fondos federales se mantenga en los 25-50 puntos básicos. En su opinión, la presidenta, Janet Yellen, y sus "compañeros", preferirán "reconocer los débiles datos entrantes y el aumento de la volatilidad en los mercados financieros y, al mismo tiempo, no ofrecer un guidance demasiado fuerte sobre sus intenciones para marzo, dado que aún quedan dos meses hasta entonces".
Probablemente, añaden estos analistas, la Fed "rebaje su evaluación sobre el ritmo de la actividad". Pero, estiman menos posible que "destaque tanto el estrés del mercado como hizo en septiembre. En su lugar, variará su punto de vista sobre el balance de riesgos y destacará su intención de vigilar las condiciones económicas y financieras".
Petróleo "risk on, risk off"
La cautela se impone a la espera de las palabras de la Fed, pero sin perder de vista el comportamiento del petróleo, que, tras rebotar más de un 10% hasta recuperar niveles de 30 dólares el barril ha corregido con fuerza durante buena parte de la sesión, pero ha conseguido darse la vuelta, con el Brent retomando los 33 dólares. Llama la atención como está condicionando la evolución del crudo la dirección del resto de mercados: sus subidas impulsan el apetito por el riesgo, mientras que sus descensos provocan ventas en los mismos.
El estratega de Citi en España, José Luis Martínez Campuzano, encuentra los siguientes argumentos (excusas más bien) para esta relación: fondos soberanos que venden activos y el mercado lo anticipa; mayor presión sobre las economías y mercados emergentes; y desinflacionista en las desarrolladas.
"Pero, en mi opinión, esta relación es como otras muchas que hay en mercados rotos. Correlaciones que muestran escasa profundidad y mucha confusión entre los inversores. El martes los volúmenes negociados fueron un 20% menores que el promedio reciente", advierte.