El "inconcluso drama griego" y las divergentes políticas monetarias a ambos lados del Atlántico: QE del BCE vs. posible subida de tipos de la Fed, mantienen al euro "hundido", mientras el dólar marca máximos frente a sus principales cruces… Así, vemos como el dólar/yen ha roto máximos de diciembre de 2014, mientras que el euro/dólar […]
Dirigentes Digital
| 10 mar 2015
El "inconcluso drama griego" y las divergentes políticas monetarias a ambos lados del Atlántico: QE del BCE vs. posible subida de tipos de la Fed, mantienen al euro "hundido", mientras el dólar marca máximos frente a sus principales cruces…
Así, vemos como el dólar/yen ha roto máximos de diciembre de 2014, mientras que el euro/dólar renueva mínimos, así como el dólar australiano/dólar. Por su parte, el dólar/dólar canadiense y el dólar/won coreano suben con fuerza, el último de los cruces superando también récords de diciembre de 2014.
¿La conclusión? Para los analistas de Citi es clara: "El dólar se encuentra dentro de una amplia y sólida tendencia alcista y está cobrando impulso. Además, hay pocas, sino ninguna, señal que apunte a que esta etapa va a finalizar".
El aumento o una "elevada volatilidad en el mercado de divisas puede erosionar la rentabilidad de las carteras. La cobertura puede ayudar a reducirla y dar a los gestores e inversores un grado de certeza mayor, aunque también hay costes", explican los expertos de Barclays.
En concreto, en el caso de una estrategia de cobertura de divisas pasiva, "en la que el componente de moneda extranjera de una cartera se vende de forma continúa), los costes directos incluyen transacciones o precios de los instrumentos de cobertura, por ejemplo, primas de opciones sobre divisas, así como grandes e inesperados flujos de efectivos mientras las coberturas maduran. Los costes indirectos, por su parte, dependen del grado de en el que la cobertura reduce el rendimiento global de la cartera".
La firma británica considera que debido a la desincronizada recuperación mundial, las amplias tendencias demográficas y los cambios estructurales en las principales economías, como China o India, darán lugar a un aumento sostenido de la incertidumbre macro, creando un entorno de mayor volatilidad del mercado financiero de la que estábamos acostumbrados.
Con el objetivo de examinar el aumento de esta volatilidad en los retornos de las carteras, estos expertos han construido un portfolio estándar (60% acciones y 40% bonos) internacional centrándose en la respuesta antes y después de la rentabilidad ajustada al riesgo entre 2004 y 2014, bajo diversas coberturas de divisa.
En su modelo de análisis, parten de una "cobertura pasiva para un inversor en dólares: contratos de divisas a plazos en proporción al componente de moneda extranjera de la cartera de renta fija. Suponen tres estrategias: sin cobertura, 50% de cobertura y 100% de cobertura; así como que el componente de patrimonio se mantiene sin cobertura en todos los casos. La renta variable internacional a menudo no está cubierta (…) Además, los retornos de acciones y divisas normalmente se correlacionan positivamente, al contrario de bonos y divisas".
Un factor clave al que llegan es que "un mayor grado de cobertura de divisas puede aumentar la correlación negativa entre las rentabilidades de renta fija y variable, reduciendo así la volatilidad de la cartera, ya que los altos retornos en una compensan los bajos de la otra".