Los mercados de valores europeos y estadounidenses cayeron ayer con fuerza en una sesión que, en principio, se presumía iba a ser de transición, y en la que la fortaleza del dólar fue el principal protagonista. Así, desde primera hora del día el dólar estadounidense continúo con su revalorización frente a las principales divisas mundiales, […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Los mercados de valores europeos y estadounidenses cayeron ayer con fuerza en una sesión que, en principio, se presumía iba a ser de transición, y en la que la fortaleza del dólar fue el principal protagonista.
Así, desde primera hora del día el dólar estadounidense continúo con su revalorización frente a las principales divisas mundiales, especialmente frente al euro que, tras el inicio de las compras de bonos por parte del BCE, siguió debilitándose a marchas forzadas. En ello también tuvo mucho que ver el enquistamiento del "problema griego", con manifestaciones sobre el mismo para todos los gustos, entre las que destacaríamos las del presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, que volvió a insistir ayer en que los socios de Grecia en la Zona Euro están perdiendo la paciencia y que Grecia no recibirá ningún anticipo del programa de rescate hasta que no empiece a implementar las medidas acordadas. En este sentido, señalar que hoy se inician los trabajos técnicos para determinar estas medidas, en los que la troika, ahora denominada "las instituciones", jugará un importante papel.
Como dijimos ayer, el "problema griego" seguirá impactando negativamente en los mercados financieros de la Zona Euro todavía por mucho tiempo. Por último, la tercera razón para esta fortaleza sobrevenida del dólar tiene mucho que ver con la posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) inicie tan pronto como en junio el proceso de subidas de tipos de interés oficiales. La semana que viene, cuando se reúna el Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC) y su presidenta, Janet Yellen dé una conferencia de prensa tras la misma, podremos determinar con mayor certeza si la primera subida de tipos por parte del banco central estadounidense está tan cerca como parecen creer los mercados financieros mundiales.
Así, la fuerte revalorización experimentada por el dólar tuvo un impacto directo en el precio de muchas materias primas, entre ellas el petróleo, lo que arrastró a la baja a las compañías mineras y relacionadas con las materias prima, lo que también se convirtió en un lastre para los índices bursátiles de la región, especialmente para el Ftse 100 británico, en el que este tipo de compañías tiene una elevada ponderación.
Además, la fortaleza del dólar también afectó desde primera hora a los futuros de los principales índices bursátiles estadounidenses, ya que, sin ninguna duda, este factor terminará pasando factura a los resultados de las multinacionales estadounidenses por dos vías: i) al hacer menos competitivos sus productos; y ii) al repatriar sus ganancias desde el exterior. Todo lo contrario les ocurrirá a las compañías exportadoras europeas, que ganan competitividad con la debilidad del euro, lo que debe reflejarse a medio plazo en sus resultados, cuyas expectativas esperamos sean revisadas al alza en los próximos meses.
Por la tarde, el negativo comportamiento de los futuros de los índices estadounidenses se vio refrendado con la apertura claramente bajista de Wall Street, hecho que mantuvo en negativo a los mercados de valores europeos hasta el cierre. Por su parte, los índices estadounidenses cerraron la sesión muy cerca de sus niveles mínimos del día, con fuertes caídas. Los sectores tecnológicos y financieros fueron los que peor comportamiento tuvieron durante la jornada, mientras que el de las utilidades fue el que "mejor aguantó el chaparrón" en el día.
Hoy esperamos que se calmen algo los ánimos, siendo factible que las bolsas, en una sesión de escasas referencias macroeconómicas, intenten recuperar algo de lo perdido en la jornada de ayer. El inicio de los trabajos técnicos para determinar las medidas que debe adoptar Grecia en un futuro inmediato si quiere recibir el siguiente tramo del programa de ayudas y el dólar serán los principales focos de atención para uno inversores que, por ahora, parecen dispuestos a esperar antes de volver a apostar por activos de mayor riesgo como la renta variable. De momento, los mercados de bonos europeos se han mantenido al margen de estas correcciones experimentadas por la renta variable, apoyados en las compras que desde el lunes está llevando a cabo el BCE como parte de su programa de expansión cuantitativa.
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