La petrolera ha adelantado algunas de las medidas que incluye el plan estratégico como una reducción de plantilla del 6%. Conforme al "compromiso de transparencia" de la empresa ha adelantado el contenido de algunos de los retos, oportunidades y exigencias que plantea, en el ámbito de la gestión, el próximo Plan Estratégico 2016-2020.
"Es con esta visión con la que, en los tres primeros años del Plan Estratégico, abordaremos un nuevo dimensionamiento para nuestra plantilla mundial, reduciendo un 6% el tamaño actual, impulsaremos nuevos planes para potenciar el talento interno y las oportunidades de carrera profesional. Todo ello, de la manera responsable con la que actúa nuestra compañía", ha explicado. Actualmente la compañía cuenta aproximadamente con 25.000 trabajadores, que supondría que el recorte de personal afectaría a 1.500 empleados.
Tras haber alcanzado sus objetivos de crecimiento, Repsol prepara un plan "orientado a la creación de valor" y encaminado a fortalecer su modelo de gestión y a "generar nuevas ventajas" a partir de las oportunidades que brinda el actual perfil de compañía, "con presencia global, tamaño y capacidades relevantes, y con un elevado nivel de integración de nuestras actividades", ha señalado la compañía.
El comunicado concluye, con el deseo de alcanzar "estos objetivos con trabajo conjunto, visión transformadora y un liderazgo basado en la consecución de resultados y el desarrollo de los equipos desde la meritocracia. Actuaremos con flexibilidad, con un modelo de gobierno que pone foco en lo más relevante, que está en función de las diferentes realidades y necesidades de cada negocio o país y que se adapta a las circunstancias del contexto actual".
La petrolera como todo el sector se está viendo afectada por lo bajos precios de petróleo. En los últimos meses, los gigantes energéticos están anunciando fuertes reducciones de plantilla, recortes en inversión y puesta en venta de activos no estratégicos. La empresa dirigida por Antonio Brufau ha anunciado en los últimos días la venta del negocio de gas licuado, su participación en CLH y algunos campos offshore en Terranova. Con estas operaciones, el grupo ha alcanzado el objetivo de desinversiones de 1.000 millones de euros, que se marcó cuando a final del año pasado adquirió la petrolera canadiense Talisman.
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