Los cambios financieros, geopolíticos y económicos conformaron 2015 como un año muy agitado en Europa, África y Oriente Medio (EMEA), especialmente en el ámbito cibernético. FireEye ha estado monitorizando estas tendencias cambiantes y ha identificado una evolución considerable en el panorama de amenazas en EMEA.
Algunas de las principales conclusiones que se extraen del informe son las siguientes:
- Los ataques cibernéticos han reflejado los acontecimientos acontecidos en el "mundo real". En la segunda mitad de 2015, las tensiones políticas en Turquía y las incertidumbres financieras en los mercados europeos han hecho que se observen patrones similares en cuanto a amenazas informáticas.
- España, Turquía, Israel, Bélgica, Luxemburgo, Alemania y Gran Bretaña han sido los países más atacados, representando más del 60% del total de las alertas asociadas a actividad de amenazas avanzadas.
- El ransomware sigue constituyendo una amenaza para las organizaciones y el ciclo de vida de desarrollo de software malicioso es tan corto que muchas compañías siguen luchando contra él.
- Los cibercriminales continúan utilizando macros incrustadas en los documentos de Microsoft Office para distribuir contenido malicioso.
- Las amenazas avanzadas se dirigen cada vez más contra los gobiernos y la industria de servicios financieros y ha habido un aumento significativo de los ataques dirigidos a la industria aeroespacial y de defensa.
Específicamente en la región del Sur de Europa, las principales conclusiones fueron:
- España registró más del 50% de las amenazas avanzadas, conformándose como el país con más alertas asociadas con amenazas informáticas en el sur de Europa
- Los sectores a los que más se dirigieron estas amenazas fueron gobierno y servicios financieros
- El número de alertas únicas se ha duplicado en el sur de Europa
- El ransomware se disparó en la segunda mitad de 2015, consolidando su crecimiento
FireEye ha revelado también los resultados de un estudio de mercado que muestra cómo las brechas de seguridad que traen consigo sustracción de datos personales impactan negativamente en la confianza de los consumidores en las grandes marcas. El sondeo, realizado para FireEye por la compañía independiente especialista en estudios de mercado en el sector tecnológico Vanson Bourne, a través de una muestra de 5.500 adultos en Abril de 2016, confirma la preocupación creciente de la población por la privacidad de sus datos personales.
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