Cuestión de equilibrio. La región no ha descarrilado a pesar de las dudas que se ciernen sobre la banca (en concreto, sobre la calidad de sus activos y su capacidad para hacer frente a este entorno de tipos más que mínimos, negativos…), el impacto del hundimiento del petróleo en el sector energético y sobre todo […]
Dirigentes Digital
| 29 mar 2016
Cuestión de equilibrio. La región no ha descarrilado a pesar de las dudas que se ciernen sobre la banca (en concreto, sobre la calidad de sus activos y su capacidad para hacer frente a este entorno de tipos más que mínimos, negativos…), el impacto del hundimiento del petróleo en el sector energético y sobre todo de la desaceleración de China y los emergentes.
Shocks negativos que se encuentran con el ‘bazuca’ de Mario Draghi enfrente, aunque en su ‘línea de batalla’, y ante una debilidad que no termina de desaparecer, se ‘echa de menos’ a los Gobiernos, con reformas y políticas fiscales que apoyen al crecimiento. Pues, cada vez parece más claro que la autoridad monetaria no puede sola.
"Resistencia relativa". Así describen los expertos de Barclays la evolución de la actividad en el Viejo Continente. Reconocen que la recuperación de la región de la moneda única se ha desarrollado en línea con sus expectativas, "a pesar de los lastres que suponen la apreciación del euro, la menor demanda global y la volatilidad". Confían en que la fortaleza de la divisa y la debilidad de algunas economías se vea compensada por la mejora en el mercado laboral, los bajos costes de la energía, el apoyo del banco central y una política fiscal algo más laxa.
La firma espera que el PIB de la Zona Euro repunte un 1,4% este año. Recordemos que el Fondo Monetario Internacional (FMI) apunta a un incremento del 1,7%. Mientras, desde Erste Bank apuntan a una mejora del 1,6% (frente al 1,8% previo), ante las "débiles dinámicas exportadoras y el empeoramiento de la confianza del consumidor". Mismo porcentaje estiman desde ISH Global Insight (1,7% antes) y advierten que los "riesgos están sesgados a la baja".
Capital Economics, por su parte, rebaja la cifra al 1,2% y alude también al continúo descenso de la confianza del consumidor, que "apoya nuestra opinión de que la recuperación de los gastos que impulsó el crecimiento el año pasado se irá desvaneciendo".
Reconocen estos analistas que los últimos datos suponen cierto alivio sobre el estado de la economía de la región. "Ahora que los temores que rodean a China se han reducido y la macro americana ha mejorado, podría parecer más probable que el crecimiento se acelerará en la Zona Euro. Sin embargo, hay tres motivos por los que no creemos que sea así", afirman.
En primer lugar, a pesar de la mejora de marzo, los indicadores se mantienen en niveles relativamente bajos. Además, no creen que las perspectivas globales de demanda hayan mejorado. Y, finalmente, las perspectivas de gasto del consumidor, "factor clave en el crecimiento de 2015", siguen siendo "sombrías".