Las fuertes turbulencias que estamos viendo en la renta variable y el mercado de petróleo desde comienzos de 2016 está apoyando la recuperación del oro. La lucha del sector del crudo y el gas en Estados Unidos ha sido un contribuyente importante a la desaceleración del crecimiento de del país durante el último trimestre de […]
Dirigentes Digital
| 04 feb 2016
Las fuertes turbulencias que estamos viendo en la renta variable y el mercado de petróleo desde comienzos de 2016 está apoyando la recuperación del oro. La lucha del sector del crudo y el gas en Estados Unidos ha sido un contribuyente importante a la desaceleración del crecimiento de del país durante el último trimestre de 2015, que ahora está dando lugar a un cambio entre los políticos de la Reserva Federal respecto a cómo de agresivo será el nuevo trayecto de subidas de los tipos de interés.
El vicepresidente de la Fed, Stanley Fischer, así lo destacó esta semana al asegurar que la economía de Estados Unidos podría sufrir si la reciente volatilidad que estamos viendo en los mercados financieros persiste y produce una ralentización en la economía global. Por tanto, en lugar de esperar cuatro subidas de tipos por parte de la Fed este año, podríamos ver cómo el consenso del FOMC se mueve hacia dos o tres subidas de cara a las próxima reuniones.
Los comentarios de Fischer han ayudado a que el oro se dirija hacia los máximos de tres meses antes de que encuentre resistencia en su media móvil de 200 sesiones en niveles de 1.131 dólares por onza, con el siguiente nivel interesante siendo 1.136 dólares por onza.
El oro se ha encontrado bajo presión durante y después de la subida de tipos que hizo la Fed en diciembre, pero desde entonces, la perspectiva para las otras clases de activos se ha deteriorado de forma dramática. Como resultado, los futuros de los fondos de la Fed de diciembre de 2017 se derrumbaron hasta el 0,9% desde 1,45%, mientras que el rendimiento de los bonos gubernamentales a dos años ha caído en 0,30% desde el 29 de diciembre.
Los hedge funds han sido obligados a modificar la dirección de sus apuestas de futuro. Después de cuatro semanas consecutivas de compras, la apuesta especulativa en los futuros del oro ha pasado de un récord de cortos a un máximo de tres meses el pasado martes.
Un continuo ajuste a la baja de las perspectivas sobre los tipos de interés de Estados Unidos, unido potencialmente a la debilidad del dólar estadounidense mientras los traders ajustan su perspectiva alcista previa sobre el dólar, dejaría a los fondos de cobertura poco invertidos en oro.
Los inversores también han regresado en masa a los productos negociados en Bolsa, y Bloomberg ha registrado un flujo de 1.800 millones en ETPs de oro en lo que va de año. El mayor flujo de entrada ha sido en el SPDR Gold Shares (GLD) que por sí solo ha recibido 1.400 millones.
Estos flujos positivos se parecen a los que vimos el mismo período del año pasado, cuando las primeras cinco semanas de 2015 arrojaron un repunte de las tenencias totales de 84 toneladas en comparación con 71 toneladas en lo que va de año.
El oro se encuentra actualmente en correlación negativa con el crudo, ya que la caída de los precios energéticos aumenta el estrés en el sistema, mientras reduce las perspectivas de crecimiento de los productores, muchos de los cuales son países de mercados emergentes. A pesar de su impacto deflacionario, unos precios de crudo más bajos se traducen en mayores precios del oro y, con la perspectiva para el petróleo actualmente apuntando hacia mínimos durante más tiempo, el oro sigue siendo una buena alternativa en este mundo de dudas y volatilidad.
Ole Hansen, jefe de estrategia en materias primas de Saxo Bank.