Dicen los analistas de Barclays que cuando la historia posterior a la crisis financiera sea escrita, los que lo hagan miraran a los últimos cinco años "con cariño". Aunque no ha sido un recorrido sin incidentes, admiten y señalan a la crisis de deuda soberana europea, el taper tantrum propiciado por el anuncio de la […]
Dirigentes Digital
| 16 nov 2015
Dicen los analistas de Barclays que cuando la historia posterior a la crisis financiera sea escrita, los que lo hagan miraran a los últimos cinco años "con cariño". Aunque no ha sido un recorrido sin incidentes, admiten y señalan a la crisis de deuda soberana europea, el taper tantrum propiciado por el anuncio de la Fed de ir retirando sus compras de activos (QE) y la oleada de ventas desatada por el gigante asiático este mismo verano.
Sin embargo, afirman, la formula del éxito ha sido fácil: "Posicionamiento largo, comprar en los descensos y esperar a que el crecimiento sostenido, la baja inflación y las políticas monetarias ultraflexibles haga su magia. La asignación de activos importaba, pero, en conjunto, tanto Bolsa como renta fija lo han hecho muy bien".
Pero, matizan, 2015 ha sido el primer año en el que este enfoque ha mostrado sus limitaciones, con retornos mediocres tanto en renta variable como en bonos. Y, lo que es más importante, la firma ve este ejercicio "como el comienzo de una nueva tendencia, con dos lentos pero extremadamente importantes catalizadores: China y la Fed".
Explican estos expertos que la transición en la que se ha embarcado el gigante asiático nos dejará una desaceleración en la "vieja economía" (manufacturas) que se notará en el resto de países, incluso cuando la "nueva economía", esto es, los servicios crezcan con fuerza. "Creemos que este debilitamiento será un proceso de varios años, a diferencia de los ‘ultra-bajistas’ (y no son pocos) que apuestan por un hundimiento ya", añaden. Ahora bien, esperan que habrá mucha volatilidad en los datos trimestre a trimestre, "y los inversores permanecerán nerviosos sobre la respuesta política, por lo que es probable que se repitan episodios como el que sufrimos en agosto".
Mientras tanto, la Fed ha dejado claro que este ciclo de tipos al alza será "lento y muy dependiente de los indicadores", así, la firma británica cree que las primeras subidas "no serán un problema, pero… a medida que avance 2016 y asumiendo que la atonía del mercado laboral se reduce, la incertidumbre en torno a estos movimientos debería aumentar".
Con todo y "afortunadamente", según sus propias palabras, "el entorno de bajo riesgo y crecimiento continuará" por ahora y en nuestra entrada en el próximo ejercicio. Ahora bien, "las elevadas valoraciones significan que los mercados descuentan un contexto económico y financiero benigno, complacencia que será cuestionada a finales del año". Y, advierten, la "menor liquidez en prácticamente todos los mercados importantes amplificará cualquier sell off", por lo que su consejo es iniciar 2016 "neutrales en Bolsa y encontrar el mejor ratio riesgo/recompensa en activos como los spreads de grado de inversión".
En general, concluyen "las rentabilidades en 2016 serán de alfa, no de beta", pues más allá de la Fed, los tipos negativos del BCE y el progreso de Japón en su lucha contra la inflación serán claves. "Vemos que la tendencia a la baja en el euro/dólar continuará en el primer trimestre y esperamos que las rentabilidades de los bonos a diez años se sitúen entre el 2,1% y el 2,6% en el caso de Estados Unidos y entre el 0,4% y el 0,9% en Alemania".