Es un hecho. Si nuestra divisa doméstica es más fuerte que las demás, o la más débil de entre todas, tendremos un escenario diferente en el que ganaremos o perderemos poder adquisitivo en función de las fluctuaciones del mercado. Por tanto, el de las divisas es considerado por muchos como un riesgo sistemático. En este […]
Dirigentes Digital
| 10 jun 2015
Es un hecho. Si nuestra divisa doméstica es más fuerte que las demás, o la más débil de entre todas, tendremos un escenario diferente en el que ganaremos o perderemos poder adquisitivo en función de las fluctuaciones del mercado. Por tanto, el de las divisas es considerado por muchos como un riesgo sistemático.
En este entorno, los expertos de Deutsche Asset & Wealth Management (Deutsche AWM) han elaborado un informe en el que analizan el impacto de la cobertura de divisa en carteras de renta variable global y renta fija. El documento, titulado Por encima de la cobertura de divisa, demuestra que en los últimos meses se han producido bruscas fluctuaciones relacionadas con el valor del dólar estadounidense, el franco suizo y el yen japonés en comparación con el euro. "Como consecuencia pueden surgir riesgos adicionales en relación a las inversiones en monedas extranjeras", explican desde la firma.
Hay numerosos ejemplos recientes de esta volatilidad: Entre julio de 2012 y diciembre 2013, el yen japonés cayó de 96,12 a 144,82 en su cruce con el euro, lo que supuso una pérdida del 33,6% para aquellos inversores domésticos invertidos en yenes. Entre marzo 2014 y marzo de 2015, el euro cayó de 1,377 a 1,0731 dólares, una pérdida del 22,07% para los titulares de activos en la moneda. Y entre el 14 de enero y 15 de enero de 2015, el franco suizo se apreció de 1.,518 a 1,2739 en su cruce con la libra, una pérdida en pocas horas del 17,9%.
Por lo tanto, la gestión de riesgo divisa sigue siendo un tema de creciente interés para los inversores que están contemplando una diversificación internacional para sus carteras. "La decisión sobre si se deben cubrir esta exposición depende de varios factores, como la moneda de referencia del inversor en cuestión, el horizonte temporal y las perspectivas de rentabilidad", explican los expertos. Y aseguran que no se trata de un tema de costes: "Los estudios académicos han llegado a conclusiones diferentes respecto a los costes asociados con la cobertura de divisas, pero la mayoría coinciden en que esta cobertura puede proporcionar una reducción en el riesgo".
El efecto de la divisa VS el precio del mercado
Según las conclusiones del estudio, el riesgo de divisa al que se enfrentan los inversores cuando invierten en euros en una cartera de bolsa global o de bonos, puede ser significativo. Los expertos revelan que en 7 de los últimos 13 años, el efecto en la divisa fue mayor que el del precio de los mercados. "En resumen, en esos años los inversores pudieron conseguir más ganancias (y afrontar más pérdidas) debido en mayor parte a las fluctuaciones de la divisa que a los movimientos en el precio de las acciones", explican desde la firma.
No hay que olvidar que, al fin y al cabo, el de divisas es el mayor mercado del mundo, y también el más líquido. Según datos recopilados pro Deutsche AWM, la media del volumen negociado a escala global ronda los 5,3 billones de dólares al día, mientras que el de bolsas y bonos ronda los 220.000 millones de dólares y 90.000 millones respectivamente.
Así, las divisas pueden ser un importante factor de rendimiento o de riesgo para las carteras. Solo hay que mirar la composición del índice MSCI World Index como referencia, donde los inversores encuentran exposición a 1.635 valores con 14 monedas distintas. El peso de estas divisas a cierre de marzo era de un 57,58% en el caso del dólar, un 11,92% el euro, un 8,62% el yen, un 7,66% la libra esterlina, y más de un 3,5% para el dólar canadiense y el franco suizo.
En este escenario, y para un inversor de la Eurozona con una cartera de bolsa global basada en el índice mundial MSCI World, los cambios de comportamiento registrados en más de la mitad de los últimos 13 años fueron mayores en términos de ‘efecto en la divisa’ que los cambios en los niveles de precio de las acciones.
En las carteras de bonos globales basados en el índice Barclays Global Aggregate, por ejemplo, las fluctuaciones de divisa fueron con frecuencia más significativas que los cambios experimentados en ese mercado de bonos. "Esto puede ser de especial interés para aquellos inversores que tengan una gran proporción de bonos en su cartera", explican desde Deutsche AWM.
Costes para evitar riesgos
En el estudio destacan que el coste de implementar una cobertura de divisas tiene dos componentes: el transaccional y el coste relacionado con las tasas de interés (cost of carry). Según indican los expertos, para la mayoría de pares de divisas, el elemento transaccional es más bien modesto. "En las operaciones de compra/venta anualizadas en los pares de divisas de mercados desarrollados puede ascender tan solo a cinco puntos básicos, asumiendo una cobertura mensual", explican desde Deutsche AWM. En los mercados emergentes, sin embargo, puede superar los 50-60 puntos básicos.
El estudio también refleja que ese coste comparado con la rentabilidad obtenida varía en función del periodo de inversión. Los expertos comparan los rendimientos ofrecidos por un mismo índice cubierto y sin cubrir, llegando a la conclusión de que cuanto mayor es el horizonte temporal, la diferencia entre ambos es menor. El informe también demuestra que una cobertura de divisa puede reducir la volatilidad de toda una cartera, especialmente en periodos cortos de tiempo. "Además, el coste de una cobertura de divisa es bajo desde un punto de vista histórico, debido a la política de tipos de interés a cero de muchos mercados desarrollados", explican desde la firma.
Por último, el estudio apunta a los ETFs como fórmula para un acceso "transparente y directo a los mercados de Bolsa global y de bonos con cobertura de divisa", en comparación con otros instrumentos de cobertura.
Según datos de Morningstra, en Europa hay más de 70 ETFs cubiertos contra el tipo de cambio. De esos 70 ETFs, 45 han sido lanzados en el último año.