El estudio ha sido presentado hoy en la sede del IEB por su autora, Irene Peña Cuenca, del Departamento de Investigación del IEB y Economista de la Asociación Hipotecaria Española; acompañada por Adolfo Estévez, director de Axesor Rating, y Miguel Ángel Bernal, coordinador del Departamento de Investigación del IEB. Según las conclusiones del informe, los […]
Dirigentes Digital
| 11 jun 2015
El estudio ha sido presentado hoy en la sede del IEB por su autora, Irene Peña Cuenca, del Departamento de Investigación del IEB y Economista de la Asociación Hipotecaria Española; acompañada por Adolfo Estévez, director de Axesor Rating, y Miguel Ángel Bernal, coordinador del Departamento de Investigación del IEB.
Según las conclusiones del informe, los países europeos hubieran podido disponer de 90.000 millones de euros adicionales para financiar el tejido empresarial entre 2008 y 2013 si los mercados de capitales hubieran estado tan desarrollados como en EEUU.
Del mismo modo, si las titulizaciones de pymes volvieran a reactivarse de forma segura, se obtendrían 20.000 millones de euros de financiación adicional para las empresas. En resumen, 110.000 millones de euros disponibles para financiación de las empresas que hubiera mitigado los efectos devastadores que el cierre del flujo de crédito bancario provocaron sobre la economía real.
Desde la puesta en marcha del MARF en octubre de 2013, se han registrado 20 nuevas emisiones, trece de las cuales son bonos a las que se deben sumar otras siete emisiones de empresas que participaron por primera vez en el mercado a través de programas de pagarés, con un volumen total gestionado de 1.135 millones de euros.
Reactivación de las titulizaciones
Irene Peña apunta también a la reactivación del mercado de titulizaciones como otra alternativa de financiación para las empresas. A pesar de su amplio desarrollo, el estallido de la crisis puso en relieve algunas malas prácticas asociadas con esta herramienta de financiación, especialmente en la gestión del crédito de sus versiones más complejas. La desconfianza generada dio lugar a cierta estigmatización del instrumento, disminuyendo drásticamente su aceptación en los mercados, generando cierto recelo regulatorio, y perdiéndose con ello algunos de sus aspectos más positivos.
"Restaurar un mercado de titulización eficiente en Europa, para lo que es fundamental un mercado secundario líquido, diversificaría tanto las fuentes de financiación como la distribución de los riesgos asociados al sector financiero, al permitir que los inversores institucionales participaran de estos riesgos y liberando balance de las entidades financieras", destaca la autora del Anuario. Asimismo, explica que "en una economía como la europea, con un gran peso de la pyme en su tejido empresarial, la reactivación de la titulación contribuiría a mejorar el acceso a la financiación de este segmento de crédito".
Tras las penalizaciones regulatorias que la titulización sufrió a raíz de la crisis, numerosas autoridades europeas han manifestado la necesidad de revisar el marco legal de la titulización para dar un tratamiento preferencial a las estructuras sencillas y transparentes que tienen un menor riesgo. Este parece ser uno de los objetivos de la Comisión Europea, que en febrero de 2015 lanzó un documento de consulta para la creación de un marco europeo de titulización simple, transparente y estandarizada.
Asimismo, la titulización es parte del proyecto de la Unión de Mercados de Capitales.
Según recoge el anuario, las estructuras de titulización típicas del mercado español entrarían dentro de esa definición plain vanilla, es decir, estructuras sencillas que se alejan de modelos más complejos desarrollados en otras economías como la estadounidense y que implican segundas y terceras titulizaciones de las notas.
Es por ello que, "de mejorar el tratamiento regulatorio del instrumento para las estructuras más simples, reduciendo sus costes y consumos de capital para las entidades financieras, la titulización podría contribuir a estimular la actividad crediticia y, en consecuencia, la actividad económica del país", comentó por su parte Adolfo Estévez, director de Axesor Rating.
Creación de un mercado paneuropeo de private placement
Por otro lado, la creación de un mercado de colocaciones privadas o private placement, cuyo máximo exponente es el mercado estadounidense ‘US Private Placement Market‘, permitiría a las empresas contactar con inversores de manera individual o en grupos reducidos para obtener financiación, generalmente a tipo fijo, en un formato que se podría clasificar de "híbrido" entre el préstamo sindicado bancario y las emisiones públicas de obligaciones y bonos.
El USPP es un espacio no regulado, cuyas principales ventajas se centran en la posibilidad de acceder a financiación a largo plazo (hasta 15 años es un plazo habitual), con unos costes de transacción y tiempos de ejecución menores que en el mercado de bonos, y con un elevado grado de flexibilidad, similar al de los préstamos sindicados, se recuerda en el informe. El contacto directo con inversores permite diseñar productos "a medida" en los que las condiciones o covenants se negocian directamente con los inversores y toda la documentación es privada.
Además, el hecho de que no requiera un tamaño mínimo lo hace accesible tanto a empresas medianas como grandes con o sin rating. Según datos de ICMA (International Capital Market Association) en 2013 las empresas europeas levantaron 15.300 millones de dólares en este mercado. Las numerosas ventajas que este tipo de financiación ofrece y las previsiones de que incremente la demanda de private placements por parte de empresas medianas europeas en búsqueda de diversificar sus fuentes de financiación han promovido un primer paso por parte de la industria para crear un Mercado Europeo de Private Placement (PEPP de acuerdo a sus siglas en inglés) que provea financiación a largo plazo a las empresas medianas y sea una fuente de diversificación de riesgos para los inversores.