Los mercados de valores europeos cerraron ayer de forma mixta, con los principales índices británicos, alemanes y franceses ligeramente en positivo y los periféricos en negativo, lastrados por la situación política en Grecia. Fue precisamente la fallida elección del presidente de este país por parte del Parlamento ?el candidato del Gobierno no obtuvo los votos […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Los mercados de valores europeos cerraron ayer de forma mixta, con los principales índices británicos, alemanes y franceses ligeramente en positivo y los periféricos en negativo, lastrados por la situación política en Grecia. Fue precisamente la fallida elección del presidente de este país por parte del Parlamento ?el candidato del Gobierno no obtuvo los votos necesarios en la tercera y definitiva votación- lo que condicionó el comportamiento de los mercados financieros europeos durante toda la jornada.
Así, desde primera hora, y a medida que se iban conociendo encuestas que ponían en duda la capacidad del actual Gobierno griego de lograr los apoyos necesarios para que su candidato fuera elegido presidente y evitar así el adelanto electoral, las bolsas de la Zona Euro entraron en números rojos, pérdidas que se aceleraron tras conocerse el resultado de la votación, que forzaba al actual presidente del país, Karolos Papoulias, a instancias del primer ministro Samaras, a disolver el Parlamento y a convocar elecciones generales con 18 meses de anticipación -se celebrarán finalmente el próximo 25 de enero-.
Los inversores reaccionaron en un principio de forma muy negativa a esta noticia ante el temor de que el partido de izquierda radical Syriza, que encabeza con un estrecho margen todas las encuestas, pueda ganar. Los planteamientos de Syriza, entre ellos dar la vuelta a los ajustes llevados a cabo por el actual Gobierno y el renegociar la deuda con los acreedores del país ?en principio se habló de una nueva quita- no son del agrado de los inversores que ven en ellos una vuelta atrás y la posibilidad de que Grecia termine saliendo del euro por iniciativa propia o, incluso, por la del resto de sus socios.
Sin embargo, esta negativa reacción inicial de los mercados bursátiles europeos ?la bolsa griega llegó a ceder el 12% mientras que bolsas periféricas como la española o la italiana llegaron a perder más del 2,5% en momentos puntuales- no tuvo su réplica en los mercados de bonos de la región, que, probablemente por la confianza que tienen los inversores en la intervención en estos mercados por parte del BCE, se mantuvieron tranquilos. Este hecho y la apertura en positivo de Wall Street, mercado que obvió la nueva crisis política griega, devolvieron la confianza a los inversores en los mercados bursátiles de la Eurozona, provocando un giro al alza de los mismos, lo que permitió a los principales índices alemanes y franceses terminar el día en positivo mientras que los españoles, italianos y portugueses, a pesar de cerrar la jornada con significativas caídas, lo hicieron lejos de sus niveles mínimos del día.
Es probable que en esta ocasión la crisis política griega no provoque el efecto contagio de otras ocasiones ya que, en primer lugar, las economías de la región del euro están más sólidas que hace dos años y, sobre todo, el BCE está vigilante y dispuesto a intervenir en los mercados de bonos, lo que da mucha confianza a los inversores. Por tanto, es bastante factible que la crisis griega termine siendo un problema local que deberá afrontar el nuevo Gobierno que salga de las urnas, el cual se verá forzado a negociar con los acreedores del país, entre ellos el FMI y el propio BCE.
Dicho esto, señalar que sí esperamos que hasta las elecciones griegas y después de las mismas, hasta que se conozcan las intenciones del nuevo Gobierno y su capacidad ?las encuestas prevén que el Gobierno que salga elegido, sea del color que sea, será débil ya que ningún partido ganará con holgura y, además, los apoyos que tendrá serán escasos dada la fragmentación que se espera que muestre el Parlamento tras las elecciones-, la situación política en Grecia genere algo de ruido e inestabilidad en los mercados de la región. Es por ello que vemos complicado una reacción al alza de las bolsas europeas en las próximas semanas, siendo el escenario más factible el de la consolidación a la espera de acontecimientos, entre ellos las mencionadas elecciones griegas y los anuncios de nuevas medidas por parte del BCE.
Por otra parte, señalar que ayer pasó desapercibido para la mayoría de los inversores, centrados todos ellos en el tema griego, la nueva depreciación del rublo y la caída de la bolsa rusa tras conocerse que la economía de este país se había contraído en el mes de noviembre, por primera vez desde octubre de 2009.
Este último factor, la crisis griega y la nueva caída del precio del crudo, mercado que parece haber superado el "susto" inicial provocado por el ataque a uno de los puertos petroleros más importantes de Libia, creemos que harán que hoy los principales mercados bursátiles europeos vuelvan a abrir con pérdidas en una jornada que esperamos sea de escasa actividad dadas las fechas en las que nos encontramos. Por último, señalar que las principales citas del días serán la publicación en España de los datos de inflación del mes de diciembre (datos preliminares publicados por el INE) y del índice de confianza de los consumidores del mismo mes en EEUU. No esperamos que ninguno de los dos, salvo fuerte caída sorpresa del segundo de ellos, vaya a tener gran impacto en una sesión en la que el rublo y el precio del crudo volverán a ser protagonistas.