Los bonos convertibles son instrumentos de renta fija emitidos por compañías con acciones. Además de darle al titular el derecho a recibir cupones regulares y al reembolso del importe inicial al vencimiento, estos bonos se pueden convertir en un número predefinido de acciones de la compañía emisora (convertibles clásicos) o de otras empresas (canjeables). Como […]
Dirigentes Digital
| 19 nov 2015
Los bonos convertibles son instrumentos de renta fija emitidos por compañías con acciones. Además de darle al titular el derecho a recibir cupones regulares y al reembolso del importe inicial al vencimiento, estos bonos se pueden convertir en un número predefinido de acciones de la compañía emisora (convertibles clásicos) o de otras empresas (canjeables).
Como resultado de la opción inherente de convertirlos en acciones, estos bonos ofrecen a los inversores una exposición defensiva a los mercados de renta variable. Para los bonos convertibles con sensibilidad media a la renta variable, la regla general es que su actuación captura aproximadamente dos tercios de mercados de renta variable alcistas y sólo un tercio de mercados bajistas. En consecuencia, los bonos convertibles pueden ser atractivos para aquellos inversores dispuestos a exponerse a los mercados de renta variable pero que no quieren asumir el riesgo total de pérdidas de una inversión convencional en renta variable.
"La diversificación, la incertidumbre sobre las perspectivas de los mercados de renta variable y una mejor comprensión de la clase de activos entre los inversores impulsará las asignaciones a bonos convertibles". Es una de las principalses conclusiones de una encuesta llevada a cabo por NN Investment Partners entre inversores institucionales, entre los que se incluyen fondos de pensiones, soberanos o aseguradoras. Según el documento, casi tres de cada cinco (57%) encuestados espera aumentar su exposición a estos activos, frente a solo el 9% que espera reducirla o el 33% que espera mantenerla.
Tal y como indican los expertos, la principal razón que argumentan para llevar a cabo esta decisión es su deseo de diversificar cartera, con un 59% de los encuestados aludiendo a este motivo. Uno de cada cinco (18%) lo hace por las dudas que genera la renta variable. Otro 18% asegura que los inversores son cada vez más sofisticados y su comprensión de los bonos convertibles ha mejorado mucho en los últimos años.
"Los inversores son cada vez más conscientes de la importancia de utilizar los bonos convertibles como parte de su mix de activos. Tener entre un 3% y un 10% en cartera debe mejorar el rendimiento ajustado al riesgo", asegura Tarek Saber, gestor de la firma.
En un informe elaborado por Marc-Alexander Knieß, gestor de carteras de Deutsche AWM, la entidad alemana insiste en que "en tiempos de volatilidad, los inversores pueden querer ampliar sus portfolios y buscar alternativas a los tipos de activos tradicionales", señalando a estos híbridos entre la renta fija y la variable para ofrecer un mejor perfil de rentabilidad-riesgo que una cartera mixta de bonos y bolsa.
Según indica Tarek Saber, "históricamente, los bonos convertibles han proporcionado retornos similares a las acciones, pero con cerca de la mitad de volatilidad". A su juicio, también se sitúan como un buen elemento diversificador, "con una correlación negativa con los bonos soberanos y muy poca correlación con el crédito de grado de inversión".
Para acceder a estos activos, existen fondos de inversión como el Salar Fund, un fondo convertible de Ferox, el DWS Invest Convertible, el M&G Global Convertibles o el propio NN Global Convertible Opportunities.