Tras las fuertes alzas de finales de la semana pasada, ayer asistimos a la típica sesión de consolidación en los mercados de valores europeos y estadounidenses, cuyos principales índices cerraron, en su mayoría, a la baja. Así, y en una sesión de escasas referencias macroeconómicas, los inversores optaron por deshacer algunas posiciones, a la espera […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Tras las fuertes alzas de finales de la semana pasada, ayer asistimos a la típica sesión de consolidación en los mercados de valores europeos y estadounidenses, cuyos principales índices cerraron, en su mayoría, a la baja. Así, y en una sesión de escasas referencias macroeconómicas, los inversores optaron por deshacer algunas posiciones, a la espera de conocer el resultado de la reunión que por la tarde iban a mantener en Berlín la canciller alemana, Merkel, y el primer ministro griego, Tsipras, reunión en la que, aparentemente, el principal objetivo no ha sido tanto tratar la "crisis de liquidez" por la que atraviesa Grecia y sus posibles soluciones, sino el rebajar la tensión que se ha venido generando entre los dos países desde que el nuevo gobierno radical de izquierdas griego llegó al poder. Al menos eso es lo que los dos líderes intentaron escenificar en la rueda de prensa posterior a su reunión, en la que se habló poco de la situación de las negociaciones entre Grecia y sus socios y/o acreedores de la Zona Euro.
Cabe señalar que también se produjeron tomas de beneficios en los mercados de bonos soberanos europeos, lo que empujó las rentabilidades de los mismos ligeramente al alza, así como las primas soberanas de los países de la periferia del euro. El dólar, por su parte, volvió a depreciarse ante las principales divisas mundiales, en lo que consideramos también como un movimiento de consolidación de la divisa tras la fuerte revalorización que ha experimentado en las últimas semanas.
Señalar, por otro lado, que la intervención del presidente del BCE, Draghi, ante el Comité de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo, si bien fue muy seguida por los inversores, tuvo poco impacto en los mercados. Draghi volvió a reiterar la intención del BCE de mantener el actual programa de compra de activos en los mercados secundarios hasta septiembre de 2016 y, de ser necesario, hasta que la inflación se acerque al objetivo del 2%. Igualmente, Draghi se mostró optimista sobre los efectos que este programa, la depreciación del euro y la caída de los costes energéticos están teniendo y tendrán en la recuperación de la economía de la Zona Euro, aunque volvió a insistir en que los distintos gobiernos de la región deben seguir implementando las reformas que requieren sus respectivas economías. Por último, y sobre Grecia, Draghi se mostró claro, exigiendo al país que cumpla con sus compromisos para que el BCE pueda volver a permitir a los bancos griegos el descuento de deuda soberana del país para financiarse.
Así, y si la sesión en los mercados europeos vino marcada por la reunión entre los líderes de Alemania y Grecia, en Wall Street fue el dólar la principal referencia. La depreciación de la divisa estadounidense permitió que los principales índices bursátiles estadounidenses permanecieran en positivo durante gran parte de la sesión, apoyados en el buen comportamiento de los valores ligados a las materias primas. Sin embargo, a última hora los índices perdieron todo lo ganado en la jornada sin que, aparentemente, hubiera una razón concreta para ello, lo que les llevó a cerrar ligeramente en negativo.
Hoy la sesión será "intensiva" en lo que a la publicación de cifras macro hace referencia. Así, esta madrugada se ha publicado en China la lectura preliminar del mes de marzo del índice adelantado de actividad de los sectores de las manufacturas, índice que se ha situado a su nivel más bajo en 11 meses e indicando que la actividad se ha contraído en relación al mes precedente. Ello viene a confirmar que el crecimiento económico en este país sigue ralentizándose, especialmente por la debilidad de la demanda interna. A lo largo de la mañana conoceremos estos mismos indicadores en la Zona Euro, además de las lecturas preliminares de los índices adelantados de actividad de los sectores de servicios, indicadores, estos últimos, mucho más importantes que los manufactureros para las economías desarrolladas. Se espera una ligera mejoría de estos índices, lo que vendría a confirmar las palabras de ayer de Draghi en el sentido de que la recuperación económica en la región está en marcha. Así, todo lo que no sea mejorar será mal recibido por los inversores.
Por la tarde, la atención de los inversores girará hacia EEUU, donde se publican, entre otras cifras, los datos de inflación del mes de febrero. Habrá que estar muy atento a la evolución de la inflación subyacente en el mes, ya que cualquier retroceso de la misma será interpretado por los inversores como un nuevo motivo para que la Reserva Federal (Fed) retrase su primera subida de tipos (ayer varios miembros de la Fed dieron su opinión al respecto, estando todos ellos a favor de que el banco central estadounidense comience este año a subir sus tipos de interés oficiales). Por tanto, una inesperada caída de la inflación subyacente será bien recibida por los mercados financieros estadounidenses y debilitará el dólar. Por el contrario, un repunte de la misma serán "malas noticias" para los mercados de renta variable y renta fija estadounidenses.
Por último, señalar que esperamos hoy una apertura ligeramente a la baja de las bolsas europeas, que seguirán así la estela dejada esta madrugada por los mercados asiáticos, donde ha pesado negativamente la constatación de que la economía china sigue debilitándose.
Posteriormente, serán los mencionados índices adelantados de actividad los que determinen la dirección que adoptan estos mercados, al menos hasta la apertura de Wall Street. Por lo demás, los inversores seguirán muy pendientes de todas las noticias que lleguen desde Grecia sobre el avance de las negociaciones entre este país y sus acreedores. De momento, "la pelota está en el tejado" griego, ya que el Gobierno de este país está pendiente de enviar a sus socios la lista detallada con las reformas que pretende implementar para cumplir con los compromisos asumidos en la reunión del 20 de febrero del Eurogrupo, reunión en la que se aprobó prorrogar de forma condicionad durante cuatro meses el actual programa de rescate griego. Cualquier avance en las negociaciones será bien recibido por los mercados, mientras que cualquier indicio de que las posturas siguen distantes generara nuevas tensiones en los mismos.
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