Fin de año en Sudáfrica

Este año Ethiopian Airlines comenzó a ofrecer tres vuelos semanales a Johannesburgo, vía Addis Abeba, desde el aeropuerto de Madrid, y otros tantos a Ciudad del Cabo, es por eso que esta opción es la ideal para un viaje de última hora para fin de año.

Activa y llena de energía, Johannesburgo mezcla el pasado, recordado en su escalofriante pero necesario Museo del Apartheid, con el futuro que ejemplifica el desarrollo de barrios como el de Soweto, famoso por acoger en una misma calle a dos premios Nobel (Nelson Mandela y Desmond Tutu).

Los distritos de Newtown y Braamfontein añaden el punto cultural, con sus teatros, cafeterías y museos, mientras que de las sorpresas se encarga el centro, una gema para los turistas, o el barrio de Maboneng, nueva cuna hípster de la ciudad. Y la belleza la ponen los interminables paseos bajo las jacarandas, árboles que forman arcos con sus coloridas ramas en flor y transforman las calles en verdaderos cuadros impresionistas.

Johannesburgo es también una puerta ideal a Sudáfrica. El Tren Azul (The Blue Train), un transporte de casi 100 años que recorre el corazón del país, desde Pretoria hasta Ciudad del Cabo, ofrece una maravillosa oportunidad para que el viajero saboree los verdaderos secretos de la zona y visite el suroeste del continente. Es también una ocasión única para pasearse por el entorno de Stellenbosch y Franschhoek, catar los famosos vinos sudafricanos y perderse por sus viñedos.

A la vera de una de las siete maravillas del mundo, la Montaña de la Mesa (Table Mountain), Ciudad del Cabo es hoy en día hogar de una vibrante escena cultural en auge y también de una historia impactante. En ella florecen hoy en día negocios, moda y públicos jóvenes que revitalizan los barrios urbanos.

Toda una explosión de creatividad que deja su impronta en hoteles y museos de la ciudad, la cara más vanguardista de la zona. Sus calles del centro, el llamado City Bowl, son muestra de una arquitectura variada, rica en matices y que retrata las idas y venidas de la localidad.

Y para los amantes de la naturaleza, en los alrededores, el cabo de Buena Esperanza ofrece múltiples actividades que van desde el ciclismo al avistamiento de aves, mientras que en el puerto de Gaansbai, a hora y media de Ciudad del Cabo, es posible bañarse en el mar con tiburones.

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