Entradas netas mes a mes desde principios de 2013. El negocio de los fondos de inversión ha recuperado todo su esplendor. Y no solo en lo que a patrimonio se refiere, sino también en el número de partícipes, que ya supera los 6 millones en España. Un pastel demasiado suculento para dejarlo escapar y que […]
Dirigentes Digital
| 25 sep 2014
Entradas netas mes a mes desde principios de 2013. El negocio de los fondos de inversión ha recuperado todo su esplendor. Y no solo en lo que a patrimonio se refiere, sino también en el número de partícipes, que ya supera los 6 millones en España. Un pastel demasiado suculento para dejarlo escapar y que ha provocado numerosos movimientos en la industria que a más de uno le han hecho temer por el futuro de sus ahorros en estos productos.
La salida de Francisco García Paramés de Bestinver para fundar su propio proyecto profesional ha sido tal vez la más sonada. Pero no la única ‘fuga’ de gestores cuyo nombre pesa más que el propio fondo. "Con la reestructuración del sistema financiero y los ajustes en el sector, muchas entidades han perdido el talento que antes tenían. Asesores financieros y gestores que, tras abandonar sus entidades, han decidido formar su propio negocio", aseguran fuentes financieras. Y con ellos, se han llevado parte del patrimonio que gestionaban.
Esto se constata también en el imparable incremento de las EAFI (Empresas de Asesoramiento Financiero). Su llamamiento a la independencia en este tipo de negocio ha hecho que estas firmas crezcan como la espuma en los últimos años. En lo que va de 2014, 19 más se han sumado a la lista. En 2009 apenas había 15 entidades registradas en la CNMV y ahora el número asciende a 138.
Otra de las sorpresas de la semana ha sido la salida (aún no confirmada oficialmente) de Iván Martín Aranguez, gestor estrella de Santander Asset Management desde hace solo dos años, para emprender, como Paramés, su propio proyecto personal. Considerado uno de los mejores gestores de Renta Variable española, Aranguez parece tener la decisión tomada, aunque la operación de salida aún no ha sido cerrada. Santander estaría haciendo todo lo posible para evitarla. Y tal vez (y como en cualquier empresa) el sueldo o las comisiones percibidas por su gestión tengan mucho que ver en las negociaciones.
Todo por retener el talento: también en EE UU
Es una clara tendencia también en EE UU, donde las gran banca de inversión están haciendo lo imposible por retener el talento de sus empleados. Morgan Stanley, por ejemplo, ha elevado el salario base de sus agentes financieros un 25%, en las unidades de banca de inversión y mercados de capitales. Además, fomentan una rebaja en las horas de trabajo de sus banqueros junior. Mejoras laborales para evitar que sus cerebros (y con ellos sus clientes) se marchen a la competencia.
Derecho de separación del partícipe
Es evidente que la figura del gestor y su equipo cuenta, y mucho, a la hora de seleccionar un fondo. Y, aunque no tiene por qué ocurrir, el riesgo de que los partícipes huyan con el gestor, está ahí. Desde Morningstar recuerdan el llamado "derecho de separación del partícipe", que permite al inversor salirse del fondo sin pagar la eventuale comisión de reembolso. Eso sí, recuerdan con ironía que "da la casualidad de que todos los fondos de Bestinver salvo el Bestinver Renta tienen una comisión de reembolso del 3% para participaciones con una antigüedad menor a un año".
El caso más parecido al de estos dos gestores españoles (aunque tal vez de mayor envergadura) podría ser el shock protagonizado a principios de año por Mohamed El-Erian con su salida de Pimco. El momento elegido coincidió con la caída patrimonial del fondo de renta fija estrella del gigante de la inversión, el Total Return Fund. Unas pérdidas que se han prolongado mes a mes desde su salida. En total, 70.000 millones de dólares hasta el mes de agosto, según los datos de Morningstar. Lo mismo ocurrió cuando abandonó el brazo inversor de Harvard para pasar a formar parte de Pimco. Tras su marcha, las donaciones a la institución académica cayeron un 27%.
Bill Gross, quien ahora sigue al frente de la gestora, se enfrenta estos días a problemas mayores que podrían provocar otra desbandada de inversores. El regulador estadounidense (SEC) investiga si la firma ha inflado artificialmente los rendimientos de uno de sus fondos más populares dirigido a pequeños inversores, el Pimco Total Return ETF, gestionado por el propio Gross y con activos valorados en 3.600 millones de dólares.