Primero fue una embarcación con 400 personas a bordo y una semana más tarde fueron 700 las que viajaban en la que naufragó. Tras el primero de ellos, la ONG Save The Children ya dio la voz de alarma al asegurar que "más de 5.100 inmigrantes" han sido socorridos y desembarcados por las autoridades italianas en las regiones sureñas de Lampedusa, Sicilia, Calabria y Apulia. Entre estos inmigrantes había "cerca de 450 niños, 317 de ellos no viajaban acompañados".
Mientras los políticos se llevan las manos a la cabeza y aseguran que es una "dramática" situación lo cierto es que los presupuestos destinados a este problema se han ido recortando en los últimos años. El presupuesto de la operación Tritón, la actual misión para luchar contra este problema, es tres veces menor que la anterior conocida con el nombre de Mare Nostrum.
En octubre de 2013 se puso en marcha, la operación Mare Nostrum después de que casi 400 inmigrantes fallecieran al tratar de llegar a Lampedusa. En ella, eran las embarcaciones italianas las que patrullaban en un radio de 120 kilómetros hasta las cercanías de las costas libias. Sin embargo, la crisis y la polémica suscitada en italiana por algunos grupos que consideraban que los fondos dedicados a este extremo eran excesivos acabaron con ella.
Desde el 1 de enero de 2014, es la agencia europea Frontex enfocada a las migraciones quien ha asumido el mando de la operación que busca controlar la frontera Sur del Mediterráneo. Bajo el nombre de Tritón, las patrulleras ahora solo operan en un radio de 48 kilómetros más allá de la costa italiana. A lo que se añade que el presupuesto de esta nueva operación es de 2,9 millones de euros al mes frente a los entre nueve y diez millones de la operación Mare Nostrum.
"En el Mediterráneo está ocurriendo una tragedia de proporciones épicas", enfatizó la declaración conjunta de Naciones Unidas en la que pedían una acción "valiente y colectiva para ampliar el ámbito de las medidas que se están considerando". Un ruego para tratar de dar solución a esta tragedia.
Las ONG también se han sumado a esta petición y reclaman que se destinen fondos para esta tragedia en la que pierden la vida miles de personas. Inmigrantes empujados por la falta de oportunidades en su país, pero que en los últimos años además se encuentran miles de personas que huyen de los conflictos armados de sus países.
En el caso de la guerra de Siria, esta ha hecho que familias enteras traten de escapar de la ratonera que se ha convertido su país. Especialmente dramático es el caso denunciado por varias ONG que aseguran que incluso en algunos casos las familias envían solos a sus hijos para que estos tengan una oportunidad fuera del horror de la guerra.
¿Quiénes viajan en estas embarcaciones?
El tráfico de personas es un problema grave en el que se trafica con seres humanos como si fueran mercancías. Quienes llegan a embarcarse en esta situación precaria y arriesgada lo hace porque no tiene otra opción, porque al subirse a ese frágil barco tiene una oportunidad que de otro modo no tendría en su país de origen.
Las causas económicas están ahí, pero no hay que olvidar que en muchos casos las personas huyen de economías de subsistencia. En estos países la precariedad es tal que no hay ningún tipo de esperanza. Pero no solo se escapa por causas económicas, también está la inseguridad física, los conflictos bélicos que convierten a personas con vidas que hasta el momento eran aparentemente normales en refugiados.
La desesperación hace que estas personas acaben entrando en contacto con redes de tráfico de personas quienes cobran una auténtica millonada por un viaje sin apenas garantías, que se aprovechan del sufrimiento ajeno para realizar un lucrativo negocio.
Tras su última reunión, la Unión Europea ha asegurado que perseguirán a estas mafias. Así se han marcado como objetivo desbaratar las redes de tráfico, poner a los autores a disposición de la justicia y embargar sus bienes mediante una acción rápida por parte de las autoridades de los Estados miembros en cooperación con Europol, Frontex, la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO) y Eurojust, así como mediante el refuerzo de la cooperación entre los servicios de inteligencia y policiales con terceros países.
De la misma forma esperan emprender labores sistemáticas de identificación, captura y destrucción de embarcaciones antes de que las utilicen los traficantes al mismo tiempo, que piden a la Alta Representante que inicie de inmediato los preparativos para una posible operación PCSD a tal fin. Asimismo, han decidido utilizar Europol con el objetivo de detectar los contenidos de Internet utilizados por los traficantes para atraer a los migrantes y a los refugiados y solicitar su eliminación, con arreglo a las constituciones nacionales.
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