En su último informe de perspectivas económicas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advertía que las débiles perspectivas de los precios de las materias primas, especialmente del crudo, podrían restar hasta 2,25 puntos porcentuales a la tasa de crecimiento de los países exportadores entre 2015 y 2017. Aseguraban además que la desaceleración no es un mero […]
Dirigentes Digital
| 16 oct 2015
En su último informe de perspectivas económicas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advertía que las débiles perspectivas de los precios de las materias primas, especialmente del crudo, podrían restar hasta 2,25 puntos porcentuales a la tasa de crecimiento de los países exportadores entre 2015 y 2017.
Aseguraban además que la desaceleración no es un mero fenómeno cíclico, sino que tiene un componente estructural. "La inversión, y por consiguiente el PIB potencial, tiende a crecer a un ritmo más lento en los países exportadores durante las caídas de precios de las materias primas", indican desde el organismo.
Los primeros países en notar los efectos de la caída de los precios, al menos a la vista de los inversores, fueron Venezuela y Rusia. Tal vez por su elevada dependencia a esta materia prima. El país latinoamericano ha entrado en recesión y la crisis financiera en Rusia se dejó notar con el rublo en caída en picado. Y las dudas sobre la evolución de la demanda en China, principal importador, amenazan con hundir a estas regiones aún más.
Economías nórdicas bajo presión
Pero el desplome del petróleo no solo pasa factura a las economías emergentes, también a países desarrollados que son ejemplo de estabilidad económica. Sin ir más lejos, las economías nórdicas. Noruega ya ha advertido en numerosas ocasiones que con una cotización del crudo por debajo de 50 dólares, la situación económica es insostenible. El paro en el país se ha disparado a una tasa del 4%, máximos de 11 años. Y su crecimiento económico se ha frenado en seco.
Una situación que obligó al Banco Central del país a anunciar a finales de septiembre una sorprendente rebaja en los tipos de interés, la segunda en cuatro meses, del 1% al 0,75%, hundiendo la cotización de su divisa frente al euro. El organismo monetario lleva meses luchando contra un escenario que ha puesto en jaque la economía de un país que debe hacer ajustes para prepararse a vivir con un rango menor en los precios del crudo.
El caso de Noruega es paradigmático en la gestión del petróleo. Esta materia prima fue descubierta en 1969 cuando se perforó el primer pozo en el Mar del Norte. Tras este descubrimiento, el petróleo se ha convertido en una parte básica de la economía del país y la principal fuente de riqueza del mismo llegando a representar un 80% del PIB. El año pasado fue el séptimo productor mundial de crudo. La gestión de esta materia prima está desde 1990 en manos del Fondo Soberano Noruego, que gestiona el Banco Central del país.
De hecho, el país ha reconocido que para cubrir el déficit de este año necesitará echar mano de este fondo. Por lo que también propone incrementar la producción a pesar de la escasa demanda, con el objetivo de ganar cuota de mercado y reducir esas necesidades de capital.
Canadá es otro ejemplo de país fuerte que ahora teme por su futuro al igual que las economías nórdicas. Su economía ha entrado oficialmente en recesión este año tras una caída del 0,5% del PIB. La estrategia también está afectando al núcleo duro de la OPEP. Salvo Kuwait, el resto de socios de Arabia Saudí: Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Qatar, han registrado descensos en su respectivos PIB. Hasta Arabia Saudí ha tenido que realizar ajustes en sus presupuestos para paliar la caída de ingresos.