Angela Merkel, François Hollande y David Cameron son los principales mandatarios europeos que se han unido para hacer fuerza y presionar al máximo dirigente ruso, Vladimir Putin, para que permite un "acceso total" a la zona de la catástrofe del Malaysia Airlines a los investigadores internacionales.
Así, el deseo de los presidentes europeos sería que Putin consiguiera de los separatistas prorrusos un acuerdo para que los investigadores no tuvieran problemas en la región y tuvieran una total libertad de movimientos.
François Hollande, al menos, ya ido un paso más allá y ha hablado con su homólogo ucraniano, Petro Poroshenko, y coincidieron en que no hay que poner obstáculo alguno en la investigación internacional para esclarecer complemente qué ocurrió en el accidente del Boeing 777 de Malaysia Airlines.
¿Sanciones a Rusia?
De momento, la actuación de Europa ante la crisis en Ucrania ha sido prácticamente nula. Estados Unidos ha sido mucho más agresivo y decidido en su política exterior al respecto, como ha demostrado el presidente Barack Obama, pero puede que la inacción en el viejo continente haya llegado a su fin con el trágico accidente.
Londres podría presionar, por ejemplo, a las grandes fortunas rusas debido al gran número que se ubican en la City, si bien es un movimiento que se sigue analizando con cuidado en el número 10 de Downing Street.
Alemania, por su parte, también podría "boicotear" la compra de hidrocarburos, eligiendo otros socios comerciales, aunque, sin embargo, las consecuencias económicas también serían negativas para ellos.